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Música
Pieces of the sky

Mirar hacia atrás y avanzar: la vida y obra de la estrella de country Emmylou Harris

En el cumpleaños 78 de la artista, repasamos sus esfuerzos por revitalizar el género y reivindicar grandes figuras.

02.04.2025 16:42

Lectura: 11'

2025-04-02T16:42:00-03:00
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Por Jimena Bulgarelli | @jimebulgarelli

En sus inicios, Emmylou perteneció al folk y al country rock. Nació el 2 de abril de 1947 en Birmingham, Alabama. Aunque aún no ha versionado "Sweet Home Alabama". 

Su padre lideró a la familia. Fue miembro de la Infantería de Marina y llevó a la familia a Carolina del Norte antes de establecerse en Virginia. Emmylou creció admirando a los cantantes de folk urbanos que se habían desarrollado poco antes por artistas como Joan Baez y Bob Dylan en sus inicios. En una entrevista confesó haber comenzado a tocar la guitarra por la inspiración que le había proferido Joan Baez.

Este género sería una primera pasión de la juventud que daría resultados, decantando en su álbum de 1969, Gliding Birden, el que intercala clásicos de Dylan, Hank Williams o Fred Neil.

Harris se hizo conocida tocando en pequeños clubes folk del área de Washington D. C.. Se marchó a Nueva York y probó suerte en bares y cafés de Greenwich Village interpretando canciones tradicionales. Este primer álbum no tuvo reconocimiento, ella misma no lo reconoce como tal, dando inicio a su discografía a partir de 1975 con su álbum Pieces of the Sky. Fue una noche de interpretación en un bar de Nueva York en la que Chris Hillman, miembro de The Byrds y los Flying Burrito Brothers, vio a Emmylou en medio de su actuación de casualidad. Hillman decidió presentarsela a Gram Parsons, en ese tiempo en el que Parsons ya había sido expulsado de los Flying Burritos y estaba empezando su carrera como solista.

Así fue como comenzó en la música country de la mano de Gram Parsons, quien contribuyó a impulsar una nueva forma de concebir y de hacer country rock. Parsons le diría a Harris para cantar armonías en su banda durante sus giras como solista y director de orquesta. Harris colaboró en dos discos de Parsons, dando lugar a una de las colaboraciones más importantes del country rock.

Así, Emmylou encontraría su voz.

Desde ya hace mucho tiempo que Harris ha podido poner en palabras la importancia que Parsons tuvo en ella, atribuyéndole el mérito de haberla ayudado a ver y comprender en profundidad la resonancia emocional que yace en la música country bien hecha. Gram le enseñó a Emmylou su pasión por clásicos, como The Louvin Brothers, y le mostró su visión que él mismo llamaba “música cósmica estadounidense” o country rock.

Luego de la muerte de Parsons en 1973, Harris se quedaría con sus ideas visionarias y las transformaría en algo propio, cosa que no debe percibirse como negativo. A mediados de la década de los setenta, el country rock del sur de California la había reconocido con entusiasmo, y se convertiría en el epicentro de una nueva forma de música con raíces populares estadounidenses.

Dos años después de la muerte de Parsons, Harris comenzó su trayectoria como solista más profesionalmente con su álbum Pieces of the Sky, de 1975. Este álbum marcaría un rumbo para su trabajo futuro: tendría el poder de actualizar la música country tradicional a la vez que impulsaría a nuevos compositores grabando versiones definitivas de canciones contemporáneas de vanguardia.

Los primeros éxitos country de Harris demuestran su amplitud y el talento de seleccionar canciones y reversionarlas. Tanto así, que alcanzó primeros puestos en listas de éxitos al versionar canciones que popularizaron a los Louvin Brothers entre otros, a la vez que se presentaba ante el público country con la obra de Rodney Cromwell, Delbert McClinton, Susana Clark y Jesse Winchester. No es común que una resignificación de una obra tome las mismas dimensiones que su original logró, o redimensionar a mejores alcances obras escondidas. Emmylou mantiene durante toda su carrera la filosofía de mirar hacia atrás y avanzar.

Emmylou Harris en 2008. Foto: Sean Rowe vía Flickr

Emmylou Harris en 2008. Foto: Sean Rowe vía Flickr

En este “primer” disco hay buenas selecciones interpretadas de una manera poco convencional (tienen un valor musical casi horizontal comparado con el original): desde los Beatles (“For No One”) hasta Boudleaux and Felice Bryant (“Sleepless Nights”), Merle Haggard (“Bottle Let Me Down”) hasta llegar al origen con los Louvin Brothers y la exitosa versión de “If I Could Only Win Your Love”. Este disco solo contiene una composición propia de Emmylou, “Boulder to Birmingham”, canción en la que recuerda a Gram Parsons:

I would rock my soul in the bosom of Abraham

(Mecería mi alma en el seno de Abraham)

I would hold my life in his saving grace.

(Mantendría mi vida en su gracia salvadora.)

I would walk all the way from Boulder to Birmingham

(Caminaría desde Boulder hasta Birmingham)

If I thought I could see, I could see your face.

(Si pensara que puedo ver, podría ver tu cara)

 Pieces of the Sky estableció el rumbo de su trabajo: actualización de la música country tradicional a un country rock, a la vez que elegiría ante todo nuevos compositores para las grabaciones definitivas de versiones contemporáneas y de vanguardia.

Con este fuerte comienzo discográfico, Harris se convertiría en directora de una banda pionera. Además de descubrir nuevos compositores, se creó para sí una reputación por contratar músicos nuevos pero excepcionales, impulsando carreras. Desde su primera Hot Band, seguida por Angel Band, hasta bandas posteriormente por ella formadas como los Nash Ramblers y Spyboy, ha mantenido esta posición de horizontalidad. Sus bandas han alojado a futuras reputaciones del country como Rodney Cromwell y Ricky Skaggs, o a futuros productores discográficos, ídolos de la guitarra o pilares de la música norteamericana.

Ha podido lograr que fans de la música country hicieran un punto de encuentro con el público del rock.

No sólo sería una éxito discográfico, sino que en la década de la mayor fama del country, entre 1980 a 1990, tanto los artistas del género como los del country menos convencional, como Lucinda Williams, citan a Emmylou como referente artístico.

Emmylou Harris en 2006. Foto: C. Kuhl

Emmylou Harris en 2006. Foto: C. Kuhl

En 1983 se mudó a Nashville y se convirtió en parte activa y visible de comunidades artísticas y benéficas de la ciudad. En 1983 lanzaría un álbum en el que la mayoría de las composiciones eran propias: The Ballad of Sally Rose. Y en 1987 colaboró con Dolly Parton y Linda Ronstadt para el álbum Trio. Ha grabado duetos con constante frecuencia, que incluyen éxitos con Earl Thomas Conley, John Denver, Roy Orbison, Buck Owens y Don Williams, y ha cantado en armonías vocales en muchas grabaciones de otros artistas.

Su álbum Duets, de 1990, es una síntesis extraordinaria de su trabajo en duplas, colaboraciones y en reversionar canciones. Un álbum que incluye "Love Hurts", un dueto inicial con Gram Parsons de su álbum Grievous Angel (1973), en el que la armonía vocal de Emmylou aparece como un pájaro de cristal en la tormenta. Es otra de las grandes canciones de los Everly Brothers, pero Harris la hizo suya junto con Parsons, haciéndola pública luego de la muerte del visionario del género.

En los 90, el género country rock pierde popularidad y toma una dirección más comercial. Es en este momento que decide más que nunca darle un lugar a los artistas emergentes del género.

En una iniciativa parte de la preservación y testimonio del “polvo montañés” como ella lo llamaba, Harris grabó con sus Nash Ramblers en el Auditorio Ryman ya deteriorado en 1991. Tuvo como resultado un álbum en vivo, At the Ryman, lanzado en 1992, días antes de que Harris se convirtiera en parte del Grand Ole Opry. Fue gracias a la atención puesta en el antiguo edificio que este fue restaurado y reabierto como sala de conciertos en 1994. Desde allí, Emmylou se inclinó a la preservación y fue candidata para la Junta Directiva y Fideicomisarios del Salón de la Fama y Museo de la Música Country.

A principios de los 90, junto con el género, Emmylou pierde popularidad y ya no le sirve a las radios.

Ya desde su primera pasión juvenil por el country y folk tradicional, se volvería inquieta creativamente. Con Wrecking Ball, su álbum de 1995, entraría en una nueva etapa experimental que continuaría en el nuevo siglo. Del country rock al folk atmosférico, el disco se convirtió en una referencia de lo que más tarde se denominaría como “alt country”.

Para llevar a cabo esta gran obra que haría reflotar el género, Emmylou contactó a Daniel Lanois, productor del pop como de la banda U2. Lanois participa en la producción y se suma como músico y compositor del disco, también en la selección del repertorio en el que aparecen canciones de Dylan, Neil Young, Steve Earle, Lucinda Williams, y hasta entonces la desconocida Gillian Welch. En el disco, la voz de Harris es acompañada por una atmósfera de sonidos sutiles pero aún profundas. De esta manera, Emmylou y Lanois, se convirtieron en referencia y bandera de la nueva generación del country, el alt country.

La experiencia fue positiva, y dio forma a un nuevo grupo que recogía la influencia de Lanois: Spyboy. En esta nueva banda recoge de su repertorio sus canciones más tradicionales y las moderniza con éxito. Inició una gira que decantaría en Spyboy (1998), un álbum que reinventó su pasado.

Todas las nuevas versiones de sus canciones eran pasadas por la impronta de Lanois, un sonido más atmosférico, pero sin perder el fuerte de la palabra de Emmylou y sus susurros llenos de belleza. Todos los sonidos experimentados durante su carrera convergen en estas reinterpretaciones.

Fue el principio para enfatizar más sus composiciones, y reincidió con este sonido más alternativo en los discos que  le siguen:  Red Dirt Girl (2000) y Stumble Into Grace (2003). Trabajó en el álbum Trio 2, de 1999, participó en la banda sonora de O Brother, Where Art Thou?, la película de los hermanos Coen del 2000. Y grabó otro álbum de duetos, All the Roadrunning (2006), con el guitarrista británico Mark Knopfler, de Dire Straits.

En 2008 grabó  All I Intended to Be, alejándose del sonido atmosférico y ofreciendo un disco clásico en el que aún convergen los sonidos de su carrera; y en 2011 Hard Bargain. Con Rodney Cromwell grabó un par de álbumes a dúo: Old Yellow Moon (2013) y The Traveling Kind (2015). 

Sobre la música country, a veces olvidada y oscurecida, Emmylou asegura que nos acompaña a lo largo de la vida: conseguís un trabajo, te enamorás varias veces antes de saber que lo hiciste por primera vez, y después perdés tu trabajo y a un ser querido. Cosas devastadoras que nos pasan a todos. La música country siempre ha contado esta historia, es un lugar en donde las historias se cuentan a lo largo de generaciones.

Esta afirmación demuestra el por qué de la gran defensa de este género que Emmylou conlleva como patrimonio, aunque deba actualizarse y deformarse. Ha hecho de su discografía un ser impredecible, de estilos diversos: desde el country rock, del pop al bluegrass (al que le recomendaron no seguir pero que ella con arrogancia decidió hacerlo, creyéndose capaz de sobrevivir al olvido), de aires celtas al storytelling, de tonalidades cajun a otras más fronterizas, de los cánticos de los Apalaches al folk. Emmylou Harris agregaría sensibilidades antiguas y elegancia a la música popular, ella misma se piensa como un instrumento para contar historias.

Gracias a Parsons, Townes Van Zandt tuvo una gran impresión en  Emmylou Harris, y versionaría varias canciones: “Pancho and Lefty”, “If I Needed You” y “Snowin' on Raton”. De su propia versión de “Pancho and Lefty”, Harris declaró a The Guardian : “Lo veo así, tomamos decisiones en la vida de las que nos arrepentimos, y Lefty tuvo que vivir con ellas. Townes la grabó, y yo no la escribí, pero siempre pienso que esa canción es mía. Planté mi bandera allí mismo. Se convirtió en una canción fundamental en mi repertorio”.

Lo increíble de Emmylou es que muchas veces no sabemos qué canción escribió y cuál no. Posee cada canción con tal gracia, ternura y dolor que todo lo pone en duda. De más de veinte álbumes, ninguno se parece al otro, esto habla de la libertad de Emmylou, de versionar y componer lo que ella quiere contra lo que el mundo demanda, y recordar siempre la pasión inicial, siguiendo el impulso de la música y no de lo impunemente pedido desde el anonimato.

Los poetas cuentan cómo cayó Pancho.