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Contenido creado por Federica Bordaberry
Música
Verano con personas

Mujer Cebra, el neo rock argentino cuya definición es la transformación de uno mismo

La banda porteña vuelve a Uruguay, habiendo estado por primera vez con el Festival Nuevo Día, en el Live Era junto a Niña Lobo.

20.02.2024 17:06

Lectura: 8'

2024-02-20T17:06:00-03:00
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Por Martín Acosta | @inca_martin

En las tardes marcadas por la extrañeza, por el reajuste a una realidad que hacía un año y algunos meses había sido alterada por la pandemia, por un horizonte incierto, existió Mujer Cebra.

El ambiente desolador de sus letras, una musicalidad que calza de maravilla, un temor que parecía distante, aunque apenas habían pasado algunos meses desde que el confinamiento sorprendió a todos. "Verano sin personas”, su primer sencillo, dice:

No me dejen solo
Todo se desarma de nuevo
La ciudad te ahoga
Todo me emociona por fin
Y quedarse quieto mientras todo se deforma
Antes de que llegue yo ya estaba solo
Que raro va a ser el verano sin personas

La banda luego se movió hacia otros intereses e inquietudes, pero ese sonido que los caracteriza siempre va a tener algo de esa oscura etapa de la humanidad.

Mujer Cebra desafía las convenciones del rock contemporáneo que está en la búsqueda de una, quizá fracasada, reinvención constante. Emerge con autenticidad en un momento lleno de tendencias efímeras. Su enfoque directo refleja una firme convicción desde la cual ellos mismos sacan a relucir su sonido definido como “visceral”.

"Una buena definición de lo que hacemos es que sale por necesidad, cantamos sobre lo que nos pasa sin vueltas. Es otra manera de transformarse a uno mismo", dijo la banda en entrevista con LatidoBEAT.

El grupo formado en 2018 por Santiago Piedra (voz y guitarras), Gonzalo Muhape (bajo) y Patricio García (batería) ha tenido un crecimiento notable luego de la pandemia. Englobados en la heterogenia y joven camada llamada “nuevo rock argentino” Mujer Cebra cuenta con la producción de Estanislao López y, juntos, han hecho de la agrupación una referencia ineludible en este nuevo grupo de jóvenes bandas.

La agrupación porteña, más específicamente del barrio de Almagro, fusiona varios estilos: las baterías post-punk, una fuerte distorsión de guitarras, un bajo potente, y unas letras oscuras y existenciales volcadas de forma desgarradora y como en una especie de lamento por parte de Santiago. Todo ello, armonizado en un sonido atmosférico.

Luego de su primera presentación en Montevideo, en octubre del 2023 en Inmigrantes (en el marco del Festival Nuevo Día), Mujer Cebra vuelve a presentarse en Montevideo. Esta vez será el próximo 2 de marzo en Live Era junto con Niña Lobo y Samuel Acosta.

¿Cómo se conocieron?

La respuesta obvia y sin gracia sería nos conocimos de la vida. La verdad es que el Gordo (bajo) y Pato (batería) iban al colegio juntos y tenían una banda. Por otro lado, Santi (voz) y Pato terminaron tocando en una banda juntos. La energía natural que tenemos tocando y como amigos nos fue llevando a armar algo juntos, no tuvimos que forzar nada.

Para alguien que no conoce Mujer Cebra, ¿cómo se definirían y de dónde sale el nombre de la banda?

El nombre sale de la fascinación por lo mitológico. Juntando palabras armamos esta suerte de criatura griega. Y creo que una buena definición de lo que hacemos es que sale por necesidad, cantamos sobre lo que nos pasa sin vueltas. Es un otra manera de transformarse a uno mismo.

¿Cuál fue la primera vez que subieron a un escenario juntos?

Antes de grabar estuvimos mucho tiempo tocando y juntos, ensayábamos e improvisábamos ideas. Hablábamos mucho de música y empezábamos a darle forma al proyecto. Queríamos que sonara bien. Estuvimos como dos años así.

Ni bien sacamos el primer disco conseguimos una fecha en (el boliche) Makena para tocar para algunos amigos. Estuvo lindo, la gente que sabía que teníamos una banda, pero nunca había escuchado nada nuestro y nos vio, quedó fascinada.

Con su primer disco los encausaron bajo la ola del nuevo post punk, letras oscuras y sensibles, una forma de decir las cosas muy particular. Fue un disco casi pandémico. ¿Qué sienten ustedes cuando se les pone esa etiqueta?

En general vemos las etiquetas dentro del rock complicadas, como si la música fuera algo que muriera y hay que revivir. Pero lo tomamos con gracia y cariño, dependiendo el momento, quizás. Creemos que es un buen momento para destruir todo y empezar de nuevo.

Santiago Piedra, voz y guitarra. Foto: Fiorella Santostefano

Santiago Piedra, voz y guitarra. Foto: Fiorella Santostefano

¿Se sienten parte del neo rock argentino, otra etiqueta muy usada para encasillar a algunas bandas?

Sí, nos sentimos parte. Quizás, es un poco más atinada esa etiqueta. Hay una camada muy heterogénea de artistas con mucho contenido, y cada vez se siente con más peso.

¿Cuáles son sus influencias? ¿Alguna uruguaya?

Hay muchas influencias, los tres escuchamos mucha música y muy variada. Es divertido porque Blink 182 es una banda medio de ADN adolescente de los tres y ahora nos toca compartir cartel en el Lollapalooza. Santi (voz) estuvo fascinado en una época con Eduardo Mateo, es increíble.

¿Cómo describirían el sonido característico de Mujer Cebra. ¿Ese sonido se da de forma natural o tienen una búsqueda más consciente del mismo?

La mejor manera de describirlo es "visceral". Queremos que lo que hacemos salga de adentro y eso se da de forma muy natural. Luego está la búsqueda consciente de eso, que es tal vez la parte más estética y cómo adornarlo. También, la trabajamos mucho.

¿Qué inspiró la creación del álbum Clase B y en qué se diferencia de su primer disco Mujer Cebra de 2021?

Fue un disco producido al revés. El primero tuvo una preproducción muy larga y la grabación fue en dos días, básicamente. El segundo tuvo una preproducción muy corta y tuvimos diez días solo en el estudio, con lo cual son naturalmente muy distintos. Con Clase B no queríamos que perdiera lo espontáneo, queríamos que fuera un disco crudo de canciones y que no estuviera muy contaminado con la cantidad de tiempo de producción que teníamos, creo que se nota mucho cuando los escuchas.

¿Qué experiencias influyeron en la creación de las letras y la música de Clase B?

Todo el tiempo que pasamos entre el primer disco y Clase B... parece que paso rápido, pero fue bastante y muy cargado, tocando mucho y acostumbrándose al nuevo ritmo de la manera en que podés. A veces, se siente como correr haciendo malabares, pero lo disfrutamos como podemos.

Teniendo en cuenta que ya están en plena gira de presentación del álbum, ¿cómo ha sido la respuesta del público a las canciones de su nuevo disco?

Las canciones ya se volvieron parte de nuestro show y para nosotros se siente como aire fresco, es algo nuevo.

¿En el proceso de creación de Clase B hubo algún desafío particular que enfrentaron como banda?

Hubo muchos, pero los principales fueron el poco tiempo que tuvimos para componer las canciones antes de que la fecha del estudio se nos viniera encima. También el mundial, que atravesaba esa preproducción.

Vienen de tocar en El Festival Nuevo Día, en el Centro Cultural Konex, ¿qué les dejó esa experiencia?

Fue muy lindo, tocamos después del mayor tiempo sin tocar desde el 2021, así que ya estábamos extrañando el escenario.

Gonzalo Muhape, bajo. Foto: Fiorella Santostefano

Gonzalo Muhape, bajo. Foto: Fiorella Santostefano

Hablando, justamente, del Festival Nuevo Día, en octubre de 2023 el festival se realizó por primera vez en Uruguay. Ustedes formaron parte del line up. ¿Cómo sintieron la recepción de su música en Uruguay?

Lo disfrutamos mucho, la verdad es que tenemos muchas cosas en común. Nos recibieron de manera increíble y la gente es extremadamente cálida. Así que estamos esperando el round 2 con mucha manija.

Habiendo pasado un tiempo desde su última visita, y habiendo tenido un constante crecimiento, ¿qué esperan encontrar del público uruguayo esta vez?

Esperamos encontrarnos con la misma manija que tenemos nosotros de ir. Va a ser una fiesta.

¿Cuáles son las canciones del nuevo álbum que más disfrutan interpretar en vivo?

Todas tienen su color. "No me digan nada" es un paseo, "Otoño imperdonable" es como una pausa o un respiro que se prende fuego, y "Donde termina el silencio" también es como si te escaparas de tu cuerpo.

Finalmente, ¿cómo describirían la energía y la atmósfera que intentan crear en sus conciertos en vivo? ¿Qué puede esperar una persona que vaya a verlos el próximo 2 de marzo en Live Era?

Todas nuestras presentaciones son únicas porque hacemos canciones que nos atraviesan de verdad, no se siente nunca como un paso de coreografía. Cantamos lo que sentimos y la gente que está receptiva termina exorcizando algo, también.