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Entrevistas
No paran de aullar

Niña Lobo luego de un año de aprendizajes: “Crecimos mucho, sin dudas”

El 2022 les dejó un Centenario, dos Primavera Sound en el exterior, festivales nacionales, y, ahora, cierran el año en Plaza Mateo.

20.12.2022 17:23

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2022-12-20T17:23:00-03:00
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Por Agustina Lombardi

Niña Lobo despide su año con una fiesta “feli-triste” —la forma en la que ellas describen su propio sonido— en la que prometen un repertorio nuevo y clásico, y “muchos guiños al universo artístico y colectivo”. 

En diciembre de 2021, la banda publicaba Lo que duró la vida de alguien, su primer disco, y el 2022 les permitió llevar ese mundo sonoro al escenario. Pasaron por el Estadio Centenario como teloneras de No Te Va Gustar. Pasaron por Argentina y Chile por primera vez, en el Primavera Sound. Y pasaron por varios espacios de la escena local, como cuentan en esta entrevista para LatidoBEAT. 

La banda de cinco, que son Camila Rodriguez, Camila Bustillo, Julia Guerriero, Isabel Palomeque y Andrea Pérez, se presenta el jueves 22 de diciembre a las 20:00 horas en Plaza Mateo para despedir el año con un toque y, luego, una “fiesta nostálgica” musicalizada por Camila Bustillo.

Su primer disco, Lo que duró la vida de alguien, se publicó en diciembre del 2021. A un año de eso y habiendo tocado las canciones en vivo, ¿cómo se sienten? 

Camila Rodríguez: Muy contentas. Fue un año de tocar muchísimo, que era algo que nos propusimos desde que arrancamos. Poder tocar las canciones del disco en vivo hace que se procese todo el trabajo de otra manera. Las canciones se resignificaron en todo sentido, desde lo musical a lo emocional. Eso es algo re lindo del propio proceso.

Julia Guerriero: También fueron llegando a otros rincones del mundo. Y eso está genial, porque siguen circulando y hasta son canciones nuevas para muchas personas. Creo que, a un año de haber salido, nos sentimos contentas y orgullosas del proceso, tal como dice Cami. Además de llevar estas canciones al vivo y volverlas a interpretar en estos meses de muchos shows. 

¿Qué significa para ustedes un primer disco?  

CR: Significa poder encontrar nuestra identidad. No llevamos tantos años juntas como banda y, poder hacer un disco, nos hizo explorar cuál era esa identidad de Niña Lobo que estaba ahí desde un principio un poco más latente.

¿Abrir a No Te Va Gustar en el Centenario fue un punto de giro para ustedes? ¿Qué cambió después de eso?

CR: Muchas cosas. Cambió la forma en la que nos paramos en un escenario; el no ceder al pánico, el poder estar presentes, el disfrutar más allá de los nervios. Todavía seguimos trabajando un montón para ello, pero fue al menos un pasito más. Técnicamente también sentimos un cambio, preparamos ese show con mucha responsabilidad, ensayamos mucho, nos detuvimos en los detalles y, hoy en día, sentimos que crecimos en ese sentido, a raíz de ese trabajo.

J: Fueron meses de preparación solas, pero, también, acompañadas. Ernesto Tabárez (de Eté & Los Problems) tuvo un rol fundamental en ayudarnos y apoyarnos hacia ese resultado, que fue el show del Estadio. Para la banda, marcó un antes y un después, además de todo lo que explica Cami, en lo que es Niña Lobo en su conjunto, con nuestro equipo y nuestro público. Lo que vino después fue el disfrute. Tras llegar a un punto tan alto, nos sentimos invencibles y listas para los próximos desafíos.

En noviembre estuvieron en el Primavera Sound en Argentina y Chile. ¿Cómo fue la experiencia de tocar fuera de Uruguay por primera vez? 

CR: ¡Increíble! Soñamos con eso desde el día uno, y, poder verlo hecho realidad, fue realmente muy emocionante. Conocimos a gente maravillosa y sentimos un recibimiento muy bello. Quedamos con muchas ganas de volver a salir en algún momento que se pueda. Es algo que proyectamos para el 2023.

J: Para muchas de nosotras era la primera vez que visitabamos Chile, por ejemplo. El viaje tuvo un componente súper importante de unión de grupo, pero también de descubrirnos de otra manera. Como dice Cami, fue ver hecho realidad un sueño y queremos ir por más.

Chile fue hermoso, no esperábamos encontrarnos con tantas personas que se supieran las letras. De hecho, cambiamos un tema en el set en base a que nos lo pidieron. A raíz de eso, tocamos “Barcelona” en Santiago y Buenos Aires. Nos pasaron varias fallas técnicas, pero había tanta buena onda desde el público y la crew de Santiago, que nos lo tomamos para el disfrute.

Argentina fue un partido importante respecto a la cantidad de personas que sí sabíamos que nos seguían desde allá. Tenemos —por suerte y gracias a las lobas que hacen el trabajo de comunicación— una conexión muy cercana con nuestro público. Por lo que recibimos invitaciones, mensajes que nos piden visitar el país vecino, entre otros. Estar ahí fue increíble. [Había] gente con remeras, cantando a más no dar, y una sorpresa grata siendo que nosotras abríamos el festi.

¿Niña Lobo tiene su público del otro lado del río?

CR: No lo sé, yo creo que sí, pero que también es algo que se va construyendo a medida que se tenga contacto. Creo que, para la música que hacemos nosotras, al menos en esta época, es así.

J: Yo creo que hemos visto que hay un caudal al que hay que alimentar y regar de a poco, pero constantemente. Coincido con Cami en que el contacto es la manera de hacerlo crecer aún más.

¿Qué les dejó el 2022? 

CR: Muchas experiencias increíbles. Desde abrir el show de El Mató a un Policia Motorizado a principios de año, a preparar la presentación de nuestro primer disco, a viajar al Primavera Sound. Todas fueron experiencias muy locas y de muchísimo aprendizaje.

J: También la experiencia en festivales fue re importante. Más allá del Primavera, estuvimos en Music Land (MVD), America Rockstars (MVD), MVD SOUNDCITY XS (MVD), Festival del Lago (Canelones) y un Festival Artístico en la ciudad de Treinta y Tres. Es un músculo que se trabaja con el hacer y que, creo, nos dejo listas para próximos pasos. Pero sí, tal cual, lo vemos ahora con perspectiva y fue una locura.

¿La banda creció este año? ¿En qué sentido?

CR: Creo que es inevitable, año a año crecemos como grupo y como proyecto desde lo interno, seguro. La mayoría de las cosas las vamos aprendiendo sobre la marcha; desde el funcionamiento en cuanto a roles, a cosas de la autogestión, a lo musical, a los desafíos del vivo. Creo que crecimos mucho, sin dudas.

A principios de este año, en relación con los toques en vivo, expresan que les costaba disfrutar, ¿les sigue pasando?

Cr: ¡Ja! Como dije antes, todavía falta y, quizás, siempre falte un poquito más para poder estar presentes, un poco como pasa en la vida.

J: Es un poco cliché, pero en estas cosas es ir viviendo para aprender. Si la ansiedad y el miedo no vienen por un lado, vendrán por el otro. Pero, sin dudas, es algo que está domado o que, al menos, lo sabemos enfrentar con otra madurez emocional y racional. Igual, el día que no nos genere algo creo que deberíamos colgar los instrumentos y dedicarnos a otra cosa.

¿Cómo proyectan el próximo año?

CR: Queremos poder tomarnos un tiempo para componer y poder sacar material. Y… quién dice… ¡hay alguna que otra idea de viaje!

J: Nos llevamos muchos aprendizajes de este año, esperamos poder aplicarlos, jeje. Y poder seguir aprendiendo y creciendo a medida que se nos vayan presentando las oportunidades.

¿Por qué describen esta despedida en Plaza Mateo como “feli-trsite”?

CR: Es un término que usamos bastante seguido para describir lo que hacemos. A veces nos preguntan sobre las canciones y hemos encontrado que, al menos en lo que venimos haciendo hasta ahora, hay algo “feli-triste” en nuestra música. El límite entre aceptar y romantizar la tristeza es muy fino, pero creo que es más de lo primero.

Foto: Victoria Macanskas

Foto: Victoria Macanskas

Por Agustina Lombardi