Por Federico Medina | @fed_medina

Unos minutos antes de las nueve de la noche, Camila R, Camila B, Chane, Isabel y Julia, van a bailar una melodía pop escrita para un episodio de la olvidada serie de televisión "Crazy ex girlfriend". 

Es parte de su ritual de entrada en calor rumbo al escenario y una de las cosas que las une. Como otras en su universo, tal vez no fue mundialmente comprendida. Tiene una extraña esencia de ingenio y detrás, como siempre, una historia de amor que suena perfecta.

Lo mismo se podría decir de sus canciones, las que descubrimos con Migrar, su debut discográfico de 2019, y las que presentan oficialmente este sábado, incluidas en su primer long play, Lo que duró la vida de alguien (2021).

En marzo, las Niña Lobo llegaron al Teatro de verano como teloneras de Él mató a un policía motorizado; esa noche cantaron su hit “Fin de año” junto a su padrino artístico, Santiago Barrionuevo. En diciembre de 2021, abrieron para No Te Va Gustar con la tribuna olímpica de Estadio Centenario en la cara; en plena pandemia. Y con el frío de julio se metieron a tocar en el viejo Club Neptuno y sorprendieron con su pop melancólico y esperanzador como la gran revelación de aquel Pilsen Rock para ver por televisión.

En la previa de este nuevo show las cinco integrantes de Niña Lobo hicieron una pausa en sus rutinas y respondieron un montón de preguntas para esta nota exclusiva de Beat.

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Camila Bustillo: “Tengo 30 años y toco la guitarra en Niña Lobo. También soy médica y actualmente estoy terminando una especialización en laboratorio”.

Montevideo Portal I Javier Noceti

¿Qué podrías decir de los fans de Niña Lobo?

Lxs quiero pila. En las experiencias e intercambios que he tenido en estos años siempre son buena onda y tienen un sentido del humor muy bizarro, igual que nosotras. Eso me encanta. 

¿Cuál es el secreto del grupo para hacer canciones tan redondas?

No sé si son exactamente redondas. Al revés, pienso que parte de lo particular de Niña Lobo es que muchas veces se saltea la estructura clásica de una canción, no de forma muy descarada, pero, por ejemplo, somos muy fanáticas de no meter un estribillo final.

¿Te pasó de estar arriba del escenario pensando en otra cosa que no tuviera nada que ver con el show?

Sí. De hecho, siento que concentrarte en estar presente y disfrutar el momento es de las cosas más difíciles de estar en un escenario. Muchos de nuestros ensayos se basan en automatizar las cosas para no preocuparnos por la nota o el arreglo que tenemos que hacer en tal momento, para que podamos aprender y valorar la oportunidad. 

A veces, en medio de una canción, estás pensando en que tendrías que haber hecho tal cosa antes o en un mensaje que no mandaste o cualquier otra boludez. 

¿Qué estás escuchando? 

Estoy con una mezcla de lo que vengo escuchando estos últimos dos o tres años que son mujeres grosas como Soccer Mommy, Japanese Breakfast, Lucy Dacus y Phoebe Bridgers. Además, estoy regresando a una banda que escuchaba pila al comienzo de mis 20 que fue Manchester Orchestra. Recién ahora me estoy dando cuenta de que muchos arreglos míos de guitarra, o cosas que me gusta hacer, vienen influenciados de ahí.

¿Sobre qué tratan las discusiones más frecuentes e importantes que tienen en la interna de la banda?

Sobre los roles, definitivamente. La verdad es que somos una unidad de 5 compañeras (y un montón de gente más atrás que labura junto con nosotras). Si, por ejemplo, dos personas no le están metiendo a lo que tienen a cargo, ya sea gestión, arte o redes, se nota. Y, eso, a veces puede provocar algunos roces. Es todo un desafío conseguir ese balance y aprender que no siempre vas a poder estar al 100%, pero que cuando podés, tenés que ocupar lugar y cuando no, sabés que contás con tus compañeras.

¿Algún reclamo para tus compañeras?

Lo dejo para los ensayos.

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Julia Gerriero: “Enana, gestora Cultural, desarrollo emprendedor e innovación. Baterista, pero sobre todo, una pequeña bola de ansiedad sin remedio”.

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¿Tenés identificadas unas condiciones, o días, o algo que te haga tocar mejor que otros días?

Sí. Los mejores shows son los que tienen una sesión de acupuntura previa que me ayuda a estar presente cuando estoy tocando y me conecta mucho con mi niña interior. Soy feliz cuando tengo una coca con limón y hielo al lado. Soy medio warrior y puedo tocar aunque no tenga monitoreo o no esté del todo cómoda. No necesariamente las condiciones condicionan mi desempeño en general. A veces todo se cae a pedazos, pero es divertido y sale hermoso. 

Si pudieras armar tu gira ideal con la banda, ¿qué diez destinos incluirías?

Me encanta el interior, toqué bastante afuera con otros proyectos y es algo que amaría hacer con Niña Lobo. 

10. Oakland California, por mi pasado-presente punkie 

9. Algun festi en Colombia, Medellín o Bogotá 

8. Coachella en E.E.U.U. 

7. Cualquier escenario al aire libre en Rocha 

6. Teatro Macció en San José 

5. Cualquier sala en Barcelona 

4. Espacio Goblin en Paysandú 

3. Cualquier antro en Berlín 

2. Espacio al aire libre o Cine Teatro en mi querida Treinta y Tres 

1. Lollapalooza en San Isidro

¿Qué estás escuchando?

Ahora estoy muy manija con Conociendo Rusia, Bandalos Chinos, Wos, Bestia Bebé. Muy argento todo. Después tengo un revival con el pop punk que es más fuerte que yo. Si buscan música intelectual, no es por acá, solamente van a encontrar una adolescente de 27 años que no quiere crecer. 

¿Cuál es el disco que siempre te hace sentir bien?

Dookie de Green Day. Cuando tenía 8 o 9 años lo heredé en CD de mi hermana. Jugaba con peluches, pero lo ponía en el huevito. Ese disco me marcó para siempre, es mi hogar. 

¿La peor actuación de Niña Lobo?

Cuando tocamos en el evento Arte y Juventud en Paysandú. Yo estaba en una, fue terrible; parecía que había consumido mucha cafeína. Las saqué cagando a las pibas, todo a 190 bpm (beats por minuto) más de lo que era. 

Si pudieras viajar en el tiempo, ¿qué década o momento de la historia elegirías?

Los ´90, con la segunda ola del punk, y algo de grunge en E.E.U.U. Y como momento, me quedo con la caída del muro de Berlín, pero eso es más curiosidad por el cambio cultural. Tengo un fetiche al respecto y con Cami Rodríguez compartimos una obsesión respecto a todo lo soviético. 

¿Algún reclamo para tus compañeras?

Que me den bola en cosas de gestión. Que bastante bruta soy para lo estético, pero algo de sabiduría acumulada tengo por haber fallado tanto.

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Andrea Pérez: “Me dicen Chane. Soy la tecladista de Niña Lobo. Va a sonar cursi pero mi sueño siempre fue la música y tocar en vivo. De muy chica me encerraba a escuchar “Tu Veneno” de Nati Oreiro y deliraba con que era ella. Después pintó el rock, aprendí a tocar la guitarra y así conocí el hardcore, el metal thrash, new wave y otras vertientes que me marcaron bastante. Y después pintó la música clásica a full”.

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¿Cómo vivís estos días previos al show?

Estoy nerviosa porque es la primera vez que planeamos un show tan completo. Hay muchas variables nuevas a tener en cuenta y eso genera mucha expectativa, que siempre tiene ese componente hermoso de la ilusión y el otro (no tan hermoso) de la ansiedad. 

Además de sus canciones, ¿qué otras cosas tocan en sus ensayos?

Tenemos un esquema de ensayos bastante exigente y eso no nos permite "divagar" mucho. Cuando nos vamos para afuera a componer nos permitimos sacar temas que nos gustan y reversionarlos. Igual no hay ensayo que Cami Rodríguez no toque “Johnny B. Goode” de Chuck Berry entre tema y tema. A esta altura es como una compulsión que tiene, un tic nervioso. 

¿Cuán importante en tu vida es la música?

La música estuvo siempre presente en mi vida y siempre será mi guía. Descarté carreras y rechacé trabajos por la música. Muchas veces me pregunto si está bien eso, porque tiene sus consecuencias. Me siento muy afortunada por todo lo que nos está pasando como banda y por haber encontrado gente tan apasionada por lo que hace. Y no lo digo sólo por mis compañeras, sino también por la gente que rodea a Niña Lobo y las personas que formaron parte de mi vida musical antes de esta banda.

¿Hay algún disco que sea el más importante de toda tu vida? También puede ser una película u otra cosa que te haya marcado.

Me resulta más fácil decir contar con qué ando ahora porque es algo va mutando con el tiempo. Mis discos favoritos de este momento son: Sleeping with the Past de Elton John, All things Must Pass de George Harrison y Friends that Break Your Heart de James Blake. Mi canción favorita de todos los tiempos, quizás, sea “Lazarus” de David Bowie o “Modern Love” de Bowie, también. Eso sí, mi película favorita es Una serie de eventos desafortunados, sin lugar a dudas.

¿Qué diez bandas o solistas pondrías en tu festival de música ideal?

Nick Cave & The Bad Seeds, Interpol, The National, Mitski, James Blake, FKA Twigs, Billie Eilish, Elton John, The Weekend, Lennon Stella. Me encantaría poner un montón de gente que ya murió, pero bueno... ya murieron.

¿Cuál pensás que fue el momento más importante en la historia de Niña Lobo?

Cuando compusimos el tema que da nombre al disco: "La Vida de Alguien". 

¿Algún reclamo para tus compañeras?

Ninguno.

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Isabel Palomeque: “Tengo 22 años y actualmente estoy estudiando en la Facultad de Artes, la carrera de Interpretación Musical, opción Guitarra. Arranqué a estudiar música formalmente a los 11 años y empecé a tocar bajo recién cuando entré a Niña Lobo”.

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¿Qué sentís cuando estás tocando arriba del escenario?

De a poco todas vamos aprendiendo a disfrutar de esos momentos. De las primeras fechas no tengo recuerdos de cómo me sentía; era subirse y estar tan nerviosa que cuando quería acordar ya había terminado y no había disfrutado nada. Ahora las actuaciones siguen pasando muy rápido, pero me siento mucho más presente en cada canción y realmente feliz de estar compartiendo música con mis amigas. Llegar a cada toque seguras con lo que cada una tiene que hacer, pero principalmente seguras como banda, es clave para poder disfrutar. Eso te lo da ensayar mucho y tocar.

¿Cuán importante en tu vida es la música?

Estoy bastante convencida de que la música es mi vida. Y si voy para atrás siento que siempre fue así. Mi padre es músico, toca el contrabajo y el bajo. Crecí compartiendo un espacio con un contrabajo enorme, entre otros instrumentos y partituras. Mi hermana me mostró el rock muy de chica y me cambió la vida.

¿Qué cosas seguís escuchando desde hace mucho tiempo? 

Sigo escuchando frecuentemente a los Beatles. Mi viejo escuchaba seguido el Abbey Road y el Álbum Blanco y fueron los primeros discos de los que me enamoré. Son increíbles y atemporales, bastante mágicos. 

¿Algún reclamo para tus compañeras?

Ninguno. Es parte de lo que me maravilla de este grupo, todas estamos dando lo mejor de nosotras. Venimos de meses muy intensos, en los que ensayamos 6 o 7 horas sábados y domingos. Después de trabajar y estudiar toda la semana. El cansancio te pesa, pero la convicción en lo que hacemos y el hecho de saber que cada una puede contar con las demás nos mantiene firmes. 

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Camila Rodríguez: “Canto, compongo canciones, toco la guitarra en Niña Lobo y también hago otras cosas”.

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Todas tus compañeras te señalan como la líder de la banda. ¿Es así?

Es una pregunta difícil para mí. En primer lugar, porque es algo que me interpela y que me lo pregunto todo el tiempo: ¿qué rol quiero ocupar? ¿Me siento cómoda en este lugar?

Las pibas, en chiste, me dicen “Lali” porque dicen que para ciertas cosas soy la líder aunque no lo quiera admitir. En Niña Lobo, cada una lidera un área: comunicación, producción, gestión, etc. Me siento líder en algunas áreas, pero no en todas.

Creo que hay algo de liderazgo creativo, un poco inevitable cuando sos vos quien escribe una canción. Al momento de componer tengo una idea bastante general de cómo me imagino la mayoría de los instrumentos. Esas ideas luego pasan a ser sugerencias, pero sin duda ya marcan un camino. Aunque... no sé si eso tiene que ver con el liderazgo o con mi personalidad controladora.

¿Cuán importante es la música para vos?

Para mí la música es mi vida. Suena a cliché, pero lo sentí siempre así. No sé qué haría si no hiciera y escuchara música. 

¿Qué planes, o sueños, tenés para Niña Lobo?

Yo sueño con que un día podamos dedicarnos a esto, al menos parcialmente. Quiero que nos vayamos de gira y tocar, tocar y tocar.

¿Cuál fue el momento más emocionante (puede ser más de uno) que vivieron juntas como banda?

Las idas para afuera de Montevideo cuando viajábamos a componer. Compartimos mucho: atardeceres cursis en el campo, música, peleas, llantos y reconciliaciones. 

Un disco que hayas vuelto a escuchar y cinco discos fundamentales en tu vida.

Por algún motivo volví a escuchar el disco Paranoid Android de Radiohead y le estoy dando loop a eso estos días. Los cinco: Brindis por Pierrot de Jaime Roos, Ammonia Avenue de Alan Parsons Project, Le grand bleu de Éric Serra, Revolver de los Beatles y Opera Sauvage de Vangelis

Entre ustedes hablan bastante sobre el escenario. ¿De qué hablan?

Ese es todo un tema. Hemos hablado de mil cosas en vivo, a veces la situación está controlada y a veces se desvirtúa y terminamos contando cosas que no le importan a nadie. 

¿Algún reclamo para tus compañeras?

Muchos, pero si hay algo que aprendí en este vínculo, es que hay que elegir las luchas y soltar.