Por Catalina Zabala
catazabalaa
Trascender la carne y el hueso, buscar más allá de lo terrenal. Esto se reitera desde los albores de la humanidad. Y Croupier Funk no es la excepción.
Tras 15 años dedicados al trabajo del sonido como vehículo para escapar de la materialidad, la banda sigue creando. Como bien explica Psicodelic Monk (Joaquín González), la aplicación de su fórmula les permitió escapar por un momento de la consciencia, "entrar en un canal que conecta con algo que te trasciende". Con la psicodelia como un aliado estético en los shows, apelan a lo instintivo, a lo animal: "La música al servicio de los cuerpos".
Manteniéndose en esta línea que rebasa, según él, "lo que entendemos como la realidad física", a la hora de hacer música los integrantes de Croupier Funk olvidan, por un momento, sus propios nombres. Cada uno tiene su propio seudónimo. Como Psicodelic Monk en la guitarra, están V The Provider y Big Guy en la voz, Octopus Swing en percusión, Black Panter en el saxo, entre otros. El grupo cuenta con 13 integrantes.
En palabras de Psicodelic Monk, en un intento de "redoblar la apuesta" de lo que han ofrecido estos 15 años de banda, se reúnen para recuperar el tiempo perdido. Tras un año de descanso sin toques en vivo, vuelven a la Sala del Museo para celebrar el camino recorrido y reencontrarse con sus fans, todas las energías concentradas en el hoy. El show tendrá lugar este viernes 22 de noviembre, y las entradas pueden adquirirse aquí.
¿Cómo surge el interés por un género como el funk?
Fue un escenario coyuntural bastante excepcional, como una cuestión de alineación de astros. Fue estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, ya hace 15 años. Varios de la banda estábamos vinculados a nivel performático, otros más por afinidad humana, con gente del circo. Entonces estaban armando un espectáculo, y surgió la idea de musicalizar en vivo el show. Desde la génesis estaba esta cuestión de la música como acompañamiento de un evento, una cosa performática, algo más corporal. La música al servicio de los cuerpos, de alguna forma.
El tipo de espectáculo cuadró muy bien con el género musical del funky. Cuando armamos la banda también fuimos pensando en personas que ya supiéramos que tuvieran un gusto o amor por ese estilo de música. Porque lo que nos hermana y nos une también es nuestro amor colectivo por el género, entonces se dio así. Fue un poco casualidad- causalidad, un poco destino.
Cortesía de producción
¿Cómo recibe al funk el público uruguayo?
No es un género tan popular, pero creo que tiene un elemento, un condimento o una esencia universal, que de alguna forma trasciende y rebasa fronteras. Conecta o apela a una cuestión muy primitiva, muy propia de la condición humana, que tiene que ver con lo corpóreo, con lo espontáneo, con lo lúdico, y con el movimiento. Entonces también me parece una música que muy rápidamente te desprejuicia, te baja de lo racional. Uno entra en un estado más libre también, y en ese sentido el efecto es similar en distintos países; hemos tocado afuera y las reacciones han sido siempre similares.
Quizás en Uruguay sí hay una resistencia un poco mayor para entregarse o permitirse ese estado, pero nunca hemos fallado en poder sortear las barreras. En estos 15 años siempre hemos tocado, nunca nos hemos encontrado con un público hostil, o un público que no se entregase al baile y al movimiento. Creo que si algún día nos hubiera pasado, habríamos dejado de tocar. Porque nuestra misión, o lo que nos mueve o entusiasma, habría dejado de surtir efecto o de cumplir con el propósito central y esencial de esta misión.
Cortesía de producción
¿Cómo describirías al público de la banda?
Hay un público por un lado muy fiel, que está desde los orígenes, que sigue a la banda y que está muy vinculado a las artes, a la escena de baile, inicialmente a la escena de circo. Pero creo que se ha ido ampliando y diversificando, y creo que es un poco sintomático de que justamente es un estilo de música que no conoce fronteras ni límites. Entonces a nivel etario, y a nivel de todas las características que puede tener un público, me parece que atraviesa todo. Nos hemos encontrado tocando en los contextos más diversos, desde fiestas recontra exclusivas en chacras privadas, hasta cuestiones muy populares, y las reacciones son similares. Eso es indicio de que el público es muy variado, y que lo que genera la música poco tiene que ver con estereotipos, con perfiles o con cuestiones puntuales de la gente.
Cortesía de producción
Llevan 15 años tocando: ¿Cómo fue el proceso de transformación de la banda y en qué etapa se encuentran ahora?
No somos los mismos, hemos crecido, nos hemos encanecido y el tiempo es el tiempo. 15 años no es poco, pero creo que coexisten dos situaciones: una es que, en alguna dimensión, creo que sí somos los mismos. Sobre todo en lo que refiere a lo que nos mueve a hacer esto, como a la entrega del disfrute y a lo genuino de lo compartido. Esta cuestión que nos hermana y que nos mueve a hacer esto, porque eso está un poco intacto también. Esa es una dimensión en lo que tiene que ver con el motor o con el impulso, que no lo hemos cambiado. Seguimos siendo los mismos de hace 15 años.
De cualquier forma, estos 15 años hemos evolucionado y mutado, y naturalmente tiene que ver con la experiencia, con ir aprendiendo sobre la marcha, sobre el oficio, estudiando y perfeccionándonos como músicos, viviendo y nutriéndonos también de un montón de otras cosas que volcamos también en la música. Creo que hemos ido en un camino evolutivo de ir nutriendo esa cuestión, que quizás al inicio era como un funk más clásico, una cosa bien pulcra. Pero de pronto también nos hemos ido permitiendo teñirla de otros matices, de otros colores, de otros sonidos y otras búsquedas, que tienen que ver con transitar este misterioso viaje que es la vida.
Hoy nos encuentra en un momento en el que sacamos el último disco, después estuvimos tocando un montón, y el hoy es una coyuntura curiosa, porque hace un año que no tocamos. En estos 15 años también sentimos naturalmente la necesidad de descansar un poco, de tomar distancia para que circularan las ideas de nuevo, y volver a habilitar que fluyan los caudales de la inspiración y la energía. Ahora estamos con todas las energías enfocadas acá, porque tiene algo de cierre de ciclo. Después de este toque, se viene un momento de repensar un poco los próximos pasos de la banda en muchos sentidos.
Cortesía de producción
¿Ese corte, entonces, respondía a necesidades creativas?
Creativas, pero también a que fueron muchos años de tocar mucho. Creativas y humanas, porque después de 15 años muchos somos padres, muchos tenemos otros proyectos. También necesidades de explorar cosas por fuera de la banda, para eventualmente volver a volcarla. Tuvimos la necesidad de hacer un parate.
¿Les proporcionó lo que buscaban? ¿Se ven mejor como banda ahora, en comparación al momento en que decidieron parar?
Totalmente, como quien vuelve de unas vacaciones. Estamos con toda la energía, con todo el entusiasmo, recontra copados con esta fecha, volviendo a conectar. Porque pasa algo cuando uno está mucho tiempo tocando, y es que de repente estás con mucha actividad y laburo, y tampoco tenés mucho tiempo para arrojar nuevas ideas y renovar el repertorio. Entrás en una maquinaria y de pronto las cosas se tornan reiterativas, pero ahora que estamos hace un año sin tocar, estamos tocando canciones que ya nos tenían podridos, y es como volver a hacerlo por primera vez, es hermosísimo.
Te permite volver con frescura, volver a conectar con la música y compartirla, que también lo disfrutamos mucho. Creo que todo lo que en la vida no se maneje con cierta mesura o equilibrio, tiene ese peligro. Hasta las cosas más bellas y más hermosas tienen el peligro de saturarse. De pronto si uno vive en un campo de flores coloridas, ya pierde un poco la perspectiva de lo hermosas que son, porque está permanentemente expuesto a ellas. Si uno se va al desierto, cuando vuelve, las flores le parecen una locura.

Cortesía de producción
¿Cómo fue el proceso creativo del último álbum?
Fue bien interesante, y como la mayoría de nuestros procesos creativos, nace de una cuestión de laboratorio, de explorar la música de forma espontánea. De juntarse a tocar, de improvisar, buscar ideas, plantear cosas, pelota va y pelota viene. Un laburo muy de búsqueda, tratando de que los disparadores y las ideas nazcan de lugares espontáneos. De permitir lo salvaje y después trabajarlo, darle forma y racionalizarlo si se quiere. Pero que los puntos de partida siempre nazcan de lugares más viscerales. Justo ese disco cayó en un momento raro de la humanidad, que tuvo que ver con la pandemia.
Nosotros ese disco lo estábamos yendo a grabar a Argentina, en Rosario. Ya teníamos estudio y todo, y de repente pintó esta cuestión de que no se podía salir del país, entonces hubo un viraje a nivel de la producción técnica del disco que implicó que lo termináramos grabando acá. Pero creo que terminó siendo algo bueno porque el proceso del disco fue muy bueno, y creo que el resultado también lo es. Son esas cosas de la vida: a veces uno piensa algo , pero de repente todo vira. Y si uno también está con la flexibilidad como para adaptarse y tratar de seguir el fluir y el devenir de las cosas, estas llegan a buen puerto.
Cortesía de producción
La psicodelia está muy presente en su obra como herramienta. ¿Qué permite en términos de expresión?
Por un lado, hay una cuestión de género. Hay una ramificación del funk, uno más setentero y conectado al rock, que tiene que ver con la psicodelia. En realidad, el asunto tiene que ver con la experimentación y la capacidad de explorar, de romper esquemas, y de ir por fuera de lo que uno concibe como lo que es lo normal o lo correcto. La psicodelia tiene que ver con alterar los estados de consciencia, y con romper paradigmas o explorar otras realidades que van por fuera de lo que entendemos como la realidad física. Eso tiene que ver con un espíritu.
Buscan trascender lo material, hay mucha alusión a lo espiritual o lo sobrenatural. ¿Cómo lo entienden?
Es difícil conceptualizarlo en palabras, pero creo que tiene que ver justamente con conectar con todo aquello que está por fuera de nuestra racionalización, pero que uno entiende que forma parte o permea nuestra existencia. Conectar de alguna forma con lo divino, que puede ser la fuente y lo supremo, o tantos nombres que le podemos dar. Tiene que ver con permitir que la experiencia de lo que uno está haciendo en este caso, que es crear o tocar música, permita entrar en un canal que conecta con algo que te trascienda y trascienda al grupo.
Se genera una cosa transgrupal que está totalmente por fuera de lo racional, lo adquirido, lo aprendido, los cánones sociales y culturales, etc. Y creo que es un poco la magia y el poder de la música también como arte y como manifestación. Tiene que ver con su capacidad de conectar con eso, llámese lo divino, llámese lo que sea, es algo místico y mágico, espiritual, profundamente espiritual. Tanto para el que la ejecuta como para el que la escucha, tiene esa cualidad difícil de describir porque se siente, y al sentirla rebasa el poder de las palabras.

Cortesía de producción
¿Qué se puede esperar el público del show en la Sala del Museo?
Se pueden esperar una mega fiesta, el espíritu y la finalidad de todo esto es puramente celebratoria. Queremos redoblar la apuesta de todo lo que hemos intentado ofrecer en estos 15 años, ir a por todo. Se pueden esperar por un lado, a nivel de la banda, un show potente, largo, contundente, que va a recorrer todas las eras. Y a nivel macro, también fiesta. Nuestra idea también es poder disfrutar, compartir, va a haber DJs y varias cuestiones sucediendo más allá de lo musical de la banda, que están buenas. Hace un año que no tocamos, entonces venimos con un entusiasmo de compartir, y para la gente a la que le gusta la banda, también hace un año que no la ve. Creo que a nivel de energía va a haber algo recíproco y retroalimentativo de nuestra parte y de la gente, que es algo que siempre se da. Nunca estuvimos tanto tiempo sin tocar, entonces además se agrega ese factor de cierta emoción, de volver a experimentar o conectar con algo que a uno lo hace feliz.
Por Catalina Zabala
catazabalaa
Acerca de los comentarios
Hemos reformulado nuestra manera de mostrar comentarios, agregando tecnología de forma de que cada lector pueda decidir qué comentarios se le mostrarán en base a la valoración que tengan estos por parte de la comunidad. AMPLIAREsto es para poder mejorar el intercambio entre los usuarios y que sea un lugar que respete las normas de convivencia.
A su vez, habilitamos la casilla reportarcomentario@montevideo.com.uy, para que los lectores puedan reportar comentarios que consideren fuera de lugar y que rompan las normas de convivencia.
Si querés leerlo hacé clic aquí[+]