Un texto moderno, provocador y postmoderno. Así ha definido la crítica a Vida de perro, el nuevo libro de Rafael Courtoisie, además de considerarlo como una obra maestra.

Puede ser por esto que haya escandalizado a periodistas conservadores y que su análisis haya formado parte de los programas de la Universidad de Harvard. Ganador del Premio Nacional de Narrativa y finalista del Premio Rómulo Gallegos, Vida de perro se caracteriza por contar con una escritura ágil, deslumbrante y original.

Con la intención de divertir e interpelar, el libro se considera un ensayo narrativo sobre la condición humana y un tratado universal sobre los perros. 

Además de Vida de perro, Rafael Courtoisie ha publicado Palabras de la noche (2006), Levedad de las piedras (2015), Los mares (2011) y La novela del cuerpo (2015). Estas dos últimas junto a Casa editorial HUM. 

Courtoisie es autor de múltiples trabajos críticos y de investigación como Antología Plural de la Poesía Uruguaya del siglo XX y Antología de la poesía uruguaya del siglo XX. Ha traducido a Emily Dickinson, Sylvia Plath y Raymond Carver, entre otros. 

Parte de la obra del narrador, poeta y ensayista ha sido traducida al inglés, francés, italiano, portugués, rumano, uzbeco, bosnio y turco, entre otros idiomas. Rafael Courtoisie es miembro del Miembro de Número de la Academia Nacional de Letras, Miembro Correspondiente de la Real Academia Española y Profesor de Literatura Iberoamericana y Teoría Literaria, Narrativa y Guión Cinematográfico.

Fotos: Javier Noceti

¿Preferirías viajar al futuro o al pasado?

Siempre al presente, es lo único tangible.

Si pudieras ser un personaje de tu libro, ¿cuál serías?

Varios. Raúl, Sofía, Okoshi Oshura… Pero por otro lado, es inevitable que cada autor sea todos y cada uno de sus personajes, al menos una parte de ellos, por un momento.

Si pudieras cambiar el final de cualquier libro famoso, ¿cuál elegirías y cómo sería el nuevo final? 

El final de Cien años de soledad, de García Márquez. Pondría: “Porque las estirpes condenadas a cien años de soledad siempre tienen, a pesar de todo, otra oportunidad sobre la Tierra”.

¿Cuál es tu técnica más extraña o inusual para superar el bloqueo de escritor?

La más común es caminar, caminar mucho. La más inusual ha sido llamar por teléfono a un amigo para pedirle que me contara un partido de fútbol. Enseguida corto y el bloqueo desaparece.

¿Qué cinco cosas guardarías en una cápsula del tiempo?

Un jean destrozado de fábrica, con las etiquetas intactas, que al día de hoy, en algunas tiendas de marca, sale más de doscientos dólares, testimonio de una época bizarra; un libro de predicciones astrológicas para el año 2024; una foto que me saqué en Londres con Rafael Cadenas (el futuro probablemente no reconozca a esos dos Rafaeles de la foto); un bitcoin (no sé como materializarlo, pero lo pondría de algún modo, real o virtual); un clavel del aire.

Tu autobiografía en una frase.

Hice, a veces, más de lo que pude. A veces, menos. Pero pude.

Contános qué estás leyendo ahora.

La crisis de la narración, de Byun Chul Han.

Si pudieras tener una conversación de una hora con cualquier escritor famoso, pero después nunca más podrías leer ninguna de sus obras, ¿a quién elegirías para tener esa conversación?

No sé.

Si tus libros fueran adaptados al cine, ¿quién te gustaría que interpretara al personaje principal?

Gael García Bernal en el papel de Raúl, el protagonista de Tajos. La novela estuvo tres veces a punto de ser filmada, hasta me pagaron como reserva de derechos, pero nunca se filmó… aún. La novela vuelve a estar libre. Si alguien quiere filmarla, go ahead.

El primer verso que te viene a la mente.

“Hay golpes en la vida tan fuertes…yo no sé”, de César Vallejo.

¿Para qué literatura en el tiempo del desamparo?

No creo que desamparo. Más bien, en tiempo de confusión y multiplicidad, como en todas las épocas. Y, como en todas las épocas, la literatura sirve para vivir.

Lo último que comiste va a ser el menú para toda tu vida, ¿qué es?

Ensalada de lechuga, tomate, rúcula, kale, palmitos. Con aceite de oliva, limón y/o vinagre de manzana. Sal. No le pondría salsa de soja. La salsa de soja es negra, está de luto.

Contanos sobre esa vez que un lector te reconoció en la vía pública.

Una mujer de unos cincuenta años, elegante, hace dos meses, en Escaramuza. Parecía extranjera. Muy bonita, muy bien arreglada. No me dijo ni buenas tardes, sacó Vida de perro, mi novela, de un estante, la compró, me extendió el libro y ordenó, “fírmemelo”.

Tu idea de felicidad y tu idea de miseria.

La felicidad es crear, la miseria es no poder crear, ni siquiera en medio de la felicidad.

Si pudieras invitar a tres personajes literarios a cenar, ¿quiénes serían y por qué?

Holden Caulfield (protagonista de The Catcher in the Rye, de Sallinger), Leopold Bloom (protagonista del Ulysses de Joyce) y Rebeca Linke (protagonista de La mujer desnuda, de Armonía Somers). Todos en la misma cena. Porque tendría mucho para preguntarles. Supongo que se dirían muchas cosas notables.

Contanos sobre una lectura que haya tenido un impacto significativo en tu vida. ¿Qué libro fue y por qué fue tan importante para vos?

Principia Mathematica, de Bertrand Russell y Alfred North Whitehead. Porque me permitió entrar y empezar a comprender un mundo maravilloso, de entes reales, muy reales, pero que carecen de materia.

Imaginá que tenés la oportunidad de escribir una secuela para cualquier libro clásico. ¿Cuál libro elegirías continuar y qué dirección tomaría la historia en tu secuela?

En la Odisea. Vuelve Odiseo y se encuentra a Penélope embarazada y con otro pequeño hijo en brazos (un apuesto joven griego es el padre de ambas criaturas). Ahí empieza la segunda parte, el duelo entre el joven y Odiseo es de antología. Gana Odiseo. Mata al joven, reconoce a los niños como hijos propios. Le da un largo beso en la boca a Penélope. Happy end.

Fotos: Javier Noceti

¿Por qué Vida de perro?

Es una novela, es autoficción, es biografía, es conocimiento exhaustivo de la especie más importante para el ser humano, desde la época de las cavernas: el perro.

También es invención, reflexión, aventura. 

La escribí a los treinta y seis años, la misma edad que tenía Sandor Márai cuando redactó Confesiones de un burgués. Pero no son confesiones, ni de San Agustín ni de Márai, es una novela con una estructura y un sentido que rompe con la tradición.

¿Cuánto tiempo te llevó escribir este libro, desde la concepción de la idea hasta la publicación final?

En diseño y concepción muchos, muchos años. En escritura, propiamente dicha, unos meses intensos, terribles y hermosos. Noches a la luz de la luna, tecleando y tomando té verde. Acariciando un perro policía que en los entresueños, cuando me detenía, me indicaba cómo seguir. Un perro feliz y sabio.

Si tuvieras que describir tu libro en una sola frase, ¿cómo la formularías?

El ser humano es poco. A veces, muy poco. Con la compañía del perro, es más. Perro a los pies de Jesús, durante la última cena, perros de Napoleón, en Waterloo, perros de Hitler. Leonardo Da Vinci tenía una perra que se llamaba Gioconda. Esa fue su permanente inspiración.

Si pudieras vivir en el mundo de cualquier libro, ¿cuál elegirías y por qué?

Lo hago cada vez que leo un cuento o una novela. Pero elijo Alicia en el país de las maravillas.

¿Qué consejo o frase inspiradora darías a otros escritores que están buscando su voz y estilo literario?

Primero, que gocen al crear. Segundo, que trabajen de verdad. Tercero: gocen.

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Fragmento de Vida de perro: 

Los perros son máquinas sentimentales. Al principio de la Historia no había perros. La humanidad conquistó a los perros antes de descubrir la rueda y el fuego, mucho antes de desarrollar las marcas abstractas de la escritura y de organizar los ejércitos poderosos. La humanidad encontró a los perros antes de trazar el dibujo de las distintas banderas y el mapa de los múltiples reinos, antes de encontrar el significado de la palabra “Estado” y previo a provocar la fuerza invisible que nace en el centro de la palabra “justicia”. 

En el suelo de las cavernas de Altamira los científicos encontraron huesos de perro, dientes de perro, restos antiguos de perro paleolítico. Los esqueletos estaban intactos, descarnados, completos. Habían sido enterrados con un propósito. Algunos ejemplares encontrados en Madagascar, ejemplares que datan de decenas de miles de años, fueron sepultados con un collar de perlas al cuello.

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