A mediados de los años 50, las radios uruguayas estaban completamente invadidas por las canciones de folclore argentino. Los quehaceres de la campaña, el mundo del gaucho y el arte de andar a caballo son cuestiones que compartimos con nuestros vecinos, y, sin embargo, hay un sinnúmero de diferencias entre lo que es la tierra nuestra y la de ellos. Somos hermanos, pero no somos la misma persona. Compartimos los genes, pero no somos iguales.

Es por eso que, desde Aníbal Sampayo, los músicos uruguayos —u orientales, como queramos definirlos— se dedicaron a trabajar en canciones propias de Uruguay, en un arrebato por mantener nuestra identidad cultural. Tras ya casi siete décadas de este profundo esfuerzo, hoy en día podemos decir, sin tapujo alguno, que el acervo folclorista vernáculo es enorme y muy diverso en sí mismo. Tenemos innumerables canciones que cantan sobre nosotros y que también nos cantan a nosotros mismos.

En esta playlist de LatidoBEAT, Ignacio Cereceda hace un esfuerzo por comprimir una selección de diez temas —¡vaya quijotada lograr concentrar tanta música en tan pocos tracks!— con el objetivo de traerle a nuestros lectores una serie de las obras imprescindibles que han generado los artistas de esta penillanura semiondulada en la que habitamos. Sin más, les invitamos a ensillar el caballo, ponerse los auriculares y salir en tranco lento a recorrer los confines del territorio nacional.

“Verde Esperanza” – Pepe Guerra

Esta versión del tema salió en 1992, en la recopilación La voz de Pepe Guerra / Verde Esperanza. “Es ideal para empezar, porque es una canción muy alegre y te hace sentir orgulloso del Uruguay. Te encariña, te abre el corazón”. Eso explicaba Cereceda, y eso fue el objetivo: abrir el corazón a escuchar la playlist.

“Camino de los Quileros” – Osiris Rodríguez Castillos

Clásico de clásicos, es una canción imprescindible del acervo folclórico nacional. Esta versión es del disco Cimarrones (1973), editado por el sello Sondor. Es un viaje que lleva al oyente a una situación clásica de frontera: bagayo, bandidaje, caminos de tierra. Es imposible pensar en la historia —y el presente, quizá también— de la campaña uruguaya sin pensar en el contrabando.

“La Cañera” – Aníbal Sampayo

Como ya hablábamos de Aníbal Sampayo en la introducción, era, obviamente, imposible que no estuviera en la lista. En esta chamarrita, habla de la caña brasilera, otro de los elementos sin los que no se puede entender la cosmogonía campera. Y también nos transporta a otro universo: el de las pulperías, el de las peleas, el de las apuestas. Como dice la canción: “Aguardiente cariñosa / calentame la pobreza”.

“Mis Caminos” – Santiago Chalar

El minuano es, sin duda alguna, uno de los fundamentales de nuestro folclore. En esta canción, le rinde culto a una imagen que se repite en el mundo campero: el de los caminos. Esos difíciles de recorrer, esos escondidos, esos de contrabando. Pero, esos que, en definitiva, de tanto trillarlos, uno también aprende a amar.

“El Mulitero” – Tabaré Etcheverry

El arachán es indiscutiblemente una de las mayores voces de nuestro acervo folclórico. Dicen las malas lenguas que, cuando se desempeñaba de panadero y se ponía a cantar, retumbaban las ventanas por el poder de sus cuerdas vocales. Esta canción habla de un oficio en particular, como dice su título, el del mulitero. Muestra la pobreza, la necesidad, la miseria… que, lamentablemente, también estuvo históricamente ligada a la campaña.

“Yaguatirica” – Alfredo Zitarrosa

Quizá uno de los artistas más populares de toda nuestra música, generalmente se lo asocia más al “canto popular”. Y con razón. Sin embargo, esta canción se viste de folclore y, además, es una excusa para hablar de otro de los elementos imprescindibles de la campaña: su fauna.

“La Galponera” – Osiris Rodríguez Castillo

Toca repetir a Osiris y es porque, en esta canción, el cantautor se mete de lleno en otro de los espacios fundamentales de la campaña: el galpón y todos sus derivados. Véase: el fogón, la guitarreada, a la rueda —de mate, de vino, de lo que sea—, a la unión. En definitiva, a compartir.

“Atadito” – Santiago Chalar, Santos Inzaurralde

En esta canción, al cantautor minuano se le suma otro minuano indispensable, el poeta Santos Inzaurralde. Y es que en el folclore también son de una importancia suprema quienes dejan estampados para la eternidad sus versos. Incluso, el “éxito” —así, entre comillas— de los cantantes, muchas veces, depende de la elección de su cancionero y de a qué verseados recurren.

“La Sombra del Matrero” – Copla Alta

Este dúo de Santa Clara del Olimar es más contemporáneo que el resto de los artistas elegidos, y, sin embargo, son fieles continuadores de un legado que es cada vez más grande. En esta canción en particular reivindican a Martín Aquino, figura fundamental para entender la campaña y personaje histórico —controversial sí, pero amado también—, y que, a su vez, ejemplifica la tensión y resistencia contra la autoridad que se solía respirar en campaña. Además de las dificultades históricas de un Estado centralista a la hora de entender una sensibilidad diferente.

“Moros de la Historia” – Santiago Chalar, Runfino Mario García  

Esta canción mezcla los personajes históricos y el otro elemento fundamental en la vida del campo: el caballo. Es una forma de terminar a tranco y tranco el viaje hacia el universo campero.