La lluvia amenazante e intermitente durante todo el día en la ciudad de Montevideo no estuvo ni cerca de ser impedimento. Desde las 19:30 horas se dieron las puertas del gran Teatro de Verano para que los fanáticos se agolparan en la valla y las primeras filas, listos para la noche que esperaron durante todas sus vidas.

La cita que los convocó fue la onceava edición del festival Primavera 0, presentando por primera vez en Uruguay a una de las bandas más icónicas del rock británico, los inolvidables sardónicos oriundos de Sheffield, nada más ni nada menos que Pulp. 

Siendo las 21:00 en punto, como fue anunciado, y obedeciendo a su estructurada corrección británica comenzaron la introducción y el ingreso de los integrantes del conjunto. Fue destacable la ovación cuando Candida Doyle, tecladista mítica del conjunto en la era britpop de los '90, se dirigió hacia su posición enfundada en un atuendo plateado y blanco completamente brillante que la hacía relucir.

Otro detalle a tener en cuenta fue la incorporación de Tom Wright en lugar de Mark Webbes en las guitarras, que disfrutó de un cálido recibimiento junto al resto del grupo y se ganó la admiración colectiva. Más adelante en la noche revelarían que se aprendió las canciones en tan solo un día.

Foto: Marcos Mezzottoni

Con casi toda la formación sobre las tablas comenzaron los primeros acordes de "I Spy", acompañados por el inconfundible spoken word de Jarvis Branson Cocker, quien irrumpió en el clímax introductorio, apareciendo sobre una enorme plataforma ubicada en el centro de escena con un traje de terciopelo negro.

La conexión con el público fue inmediata y aumentó a medida que transcurría el show gracias a la constante complicidad de Cocker con la gente, mediante reiteradas palabras de intercambio, sus clásicos susurros y muchas frases en castellano.

El himno de la clase trabajadora inglesa de la década de los 90s, "Disco 2000"  fue el segundo tema de la velada que terminó de disparar la energía encantadora y nostálgica de esta banda. Dio el pie al bloque inicial conformado por más canciones del disco Different Class (1995) como "Mis-Shapes" y "Something Changed", siendo esta última dedicada a Steve Mackey, recordado y querido bajista del conjunto que falleció en marzo de este año.

Pasado este mini repaso por el disco que los consagró en Gran Bretaña, y en todo el mundo, llegó el momento de bucear el año previo, con el álbum que sería el puntapié inicial de su reconocimiento. Jarvis fue totalmente explícito, indicando que iban a tocar una canción llamada "Pink Glove", que fue acompañada por un baile característico y un público que, a esa altura, ya estaba más que de fiesta junto a las leyendas del britpop.

Foto: Marcos Mezzottoni

"Weeds", "F.E.E.L.I.N.G C.A.L.L.E.D. L.O.V.E." y "Sorted for E's & Wizz" continuaron encendiendo esa fiesta nostálgica para la cual había varias generaciones invitadas. Se notaba en los palcos: desde las personas que crecieron en los 90s escuchándolos, y ayer buscaban algo de esas maravillosas noches de juventud, y millenialsm cuyo acceso total al Internet que todo lo puede les dió la facilidad para conocer esta banda, escucharla y amarla como si también hubiesen estado ahí.

El indiscutible punto alto llegó al son de la sensual "This is Hardcore". Con esa línea de bajo, las sugerentes palabras de Jarvis y sus movimientos pélvicos demostró por qué se jactan de haber sido la banda más erótica del movimiento brit, al menos en los 90s.

Los hits "Do You Remember The First Time?" y "Babies" coronaron la celebración que, por momentos, poco pecaba de mera nostalgia gracias a la energía imparable de Cocker en escena. Como dato de color, y gracias a esa magia indescriptible que esta banda desprende, al momento de la explosión del confetti en “Babies” la selección uruguaya ganaba el partido jugado para las Eliminatorias contra Bolivia.

Foto: Marcos Mezzottoni

"Sunrise" selló esta otra porción del recital y nos aproximó a los últimos momentos. "Like a Friend" y "Underwear" emocionaron a los fans más acérrimos, pero lo mejor todavía no había llegado. Comenzó a sonar "Common People" y el público enloqueció bailando y entonando la canción que catapultó al grupo en los charts británicos en la década de miedo y locura en Cool Britannia de los 90s.

La velada ya era inmejorable, pero todo culmina, así que "Razzmatazz" y "Glory Days" funcionaron como frutilla del postre de una noche hedonista, pícara y casi inocente porque a muchos los devolvió a tiempos mejores, a aquellas noches de los 90s o, incluso de este siglo, para quienes gusten seguir redescubriendo las maravillas del brit a diario, en las que todo lo que podía salir bien.

Foto: Marcos Mezzottoni

La primera venida de Pulp a este país llegó como un regalo al corazón de decenas de fanáticos y a una banda que aclaró cómo su legado impactó a muchísimas vidas a lo largo del tiempo y del otro lado del océano.