Las situaciones, algunas, son las siguientes:

Una luna enorme, iluminada por sí misma, se apoya en el suelo entre los árboles. Son palmeras que la cuidan, que la guardan. También la encierran, la encarcelan, la separan del mundo.

Un corazón a rojo vivo, que podría latir, pero que no lo hace. Está ahí, suspendido, a la vista de todos.

Un hombre color blanco, inmenso, que está sentado. Apoya su cabeza sobre una de sus manos, como El Pensador, la estatua de Auguste Rodín que se encuentra en la Plaza del Congreso, en Buenos Aires. Lejos de tener ese nivel de detalle, imita su forma, su postura, su simbolismo.

Un jardín lleno de luciérnagas que podrían estar llenas de vida, pero están quietas. Están inmóviles.

Un conjunto de frases hechas de neón, que se posan como una noche estrellada. Reivindican el amor entre el cliché popular.

Frente a varias de esas propuestas escénicas, hubo propuestas de matrimonio y producciones de fotos para quinceañeras. Eso sucedió en Buenos Aires, cuando la muestra estuvo allí. Se trata de Secret Garden, un espectáculo inmersivo que se estrenó el 1° de julio del otro lado del Río de la Plata, en el marco de la de la celebración por los 125 años del Jardín Botánico Carlos Thays.

La propuesta, en principio, duraba del 1° al 31 de julio, y terminó extendiéndose hasta fines de agosto debido al éxito que tuvo. Es que las intervenciones en jardines botánicos siempre tienen muchísima convocatoria. Sucede en Londres, París, Berlín, Frankfurt y Barcelona, entre otras importantes ciudades, donde cada año se intervienen emblemáticos jardines botánicos bajo el concepto de Christmas Garden.

Secret Garden. Foto: cedida a Montevideo Portal

En Montevideo, al igual que en Buenos Aires, también hubo propuestas románticas. ¿Por qué? Porque se trata de un jardín encantado.

La instalación artística transformó al Jardín Botánico de Montevideo en un museo lumínico a cielo abierto. Y lo seguirá haciendo durante todo el mes de octubre. Superó las 30.000 entradas vendidas en su primera semana de apertura.

Lo que sucede es que el público que visita la exposición se encuentra con diferentes instalaciones dentro de un marco conceptual que engloba a los elementos y muchísimos símbolos universales: la naturaleza, la biodiversidad, el espacio, la música, el amor, la reflexión, los pensamientos, los astros y el arte.

Secret Garden propone un lugar dónde descubrir espacios secretos, algunos lumínicos, otros naturales, otros olfativos porque las flores del Jardín Botánico están ahí. Allí, la tecnología y el cuidado del medioambiente se unen en pos de un protagonista: la luz.  

La luz, a través de instalaciones artísticas lumínicas, videos mappings, figuras gigantescas, proyecciones, instalaciones de luces LED, neones e interactivas.

El Secret Garden de Montevideo, además de traer una muestra lumínica e inmersiva, está logrando que el público local redescubra uno de los espacios naturales más emblemáticos de la ciudad. El Jardín Botánico es el primer y único jardín botánico del país.

Además de exhibir la flora de las diferentes zonas geográficas del planeta y una extensa muestra de plantas acuáticas, plantas de lugares secos y plantas de sombra, el Museo Jardín Botánico se dedica a la enseñanza de la botánica y funciona como centro de actividades científicas.

El Jardín Botánico recibe, anualmente, unas 400.000 visitas y consta de 132.500 metros cuadrados de los cuales el 74% es propiamente de áreas verdes. Se cultivan 1.761 ejemplares  de árboles y 620 de arbustos, algunos de más de 100 años.

Entre todo aquello, es decir entre colecciones de plantas vivas que constituyen parte del patrimonio cultural uruguayo, es que la propuesta del Secret Garden, nacida en Europa y que por segunda vez está en América del Sur, se instala. Contiene más de 15 paradas donde, además de jugar con lo lumínico y con lo oscuro, existen referencias locales. Los ejemplos más claro son el candombe y el ceibo.

La organización del Secret Garden, Proactiv Entertainment, habló con LatidoBeat desde España sobre los conceptos detrás de la muestra y sobre cómo, en definitiva, es una muestra que necesita de la oscuridad para existir, a diferencia de lo que suele suceder con las artes plásticas que llegan a exponerse.

Secret Garden. Foto: cedida a Montevideo Portal

Esta es una muestra que ha pasado por capitales muy distintas, atravesando culturas súper distintas, ¿qué tiene de universal la muestra?

La universalidad de Secret Garden recae en la mezcla de dos elementos tan populares y extendidos como son la tecnología y la naturaleza. Un recorrido donde el medioambiente y la luz se dan la mano dando la bienvenida a todo tipo de públicos.

Es una muestra que, aunque tiene presencia del sonido, lo principal es lo visual, desde lo lumínico. ¿Cuál fue el concepto que rigió para armar todo esto?

Desde el equipo creativo siempre se tuvo en cuenta la propia belleza del recinto. En este caso, el Jardín Botánico de Montevideo nos ofrecía un contexto perfecto para nuestro viaje conceptual donde se mezclan perfectamente elementos y símbolos universales como la vida, la naturaleza, la biodiversidad, el espacio, la música, el amor, la reflexión, los pensamientos, los astros y el arte.

A diferencia de las muestras de artes visuales, que suelen necesitar luz externa para ser vistas, esta viene con su propia luz. La diferencia está en que, en realidad, necesita oscuridad. ¿Cómo juega esto a la hora de armar la muestra?

Exactamente, Secret Garden busca el contraste. La luz en la oscuridad es donde realza su belleza. Es una manera de ofrecer un recinto totalmente diferente al que el gran público está acostumbrado. Aunque conozcas el jardín de día, en Secret Garden lo redescubrirás con una visión totalmente diferente.

Hay una clara contraposición entre lo artificial y lo natural, ¿cuál es la filosofía detrás de esto? ¿Por qué jugar con estos dos elementos?

Creemos que son elementos complementarios. Las experiencias no dejan de ser un cúmulo piezas dentro de un gran puzle visual y emocional. Mezclar la tecnología de elementos como el mapping, figuras gigantes, proyecciones, etc. en un entorno natural tiene resultados únicos.

¿Qué es lo más desafiante de esta muestra? ¿Que sea itinerante? ¿Qué tenga que adaptarse a un espacio distinto en cada ciudad? ¿Qué tenga que rediseñarse en términos paisajísticos, o de diseño del espacio, con cada público?

Quizá, una mezcla de todo. En parte también es el gran atractivo, poder dar a conocer el concepto en diferentes ciudades y países del mundo. Somos muy cuidadosos con la selección de los recintos, ya que tiene que cumplir varios requisitos a niveles técnicos y de belleza natural, como así es el Jardín Botánico Atilio Lombardo.

Las entradas se pueden adquirir a través de RedTickets. Hay ingresos diferidos cada 30 minutos con el fin de ordenar la cantidad de personas que ingresan para un mayor cuidado del espacio y disfrute del recorrido. Secret Garden estará disponible del 6 al 29 de octubre, desde las 20:00 horas. Puede visitarse todos los días excepto lunes y martes que permanece cerrado.