Su página web está en inglés, su nombre es en inglés. Es que son una Marca País que lleva el tango de Uruguay al mundo. Se llaman Tango Lovers y son 24 músicos, cantantes, bailarines y técnicos que trabajan para poner en escena sus propias versiones del tango.
En 2006, Alfredo Lérida, músico uruguayo radicado en Estados Unidos, fundaba Enamorados del Tango. Le llevó apenas seis años internacionalizar su compañía —su grupo de intérpretes del tango— y, por eso, decidió cambiar el nombre a Tango Lovers. Pasados 16 años, María de los Ángeles de Ron, cantante, dice que el proyecto “no cambió, más que nada, creció”. Así es que terminan interpretando clásicos de Gardel y Piazzolla por países como Turquía, China y Chile. Este equipo de 24 uruguayos y argentinos parte, otra vez, a Estados Unidos, para llevar el tango a 12 escenarios que van de Chicago a San Diego.
Plaz cuenta que el show les viene dado por las canciones elegidas y, en su momento, interpretadas por el propio Lérida. “Tras el fallecimiento de Alfredo —dice Plaz— su mujer, Pierina, cumple la voluntad de su marido y continúa con la compañía”, que “busca promover talentos jóvenes del tango rioplatense”. “Tenemos la responsabilidad —y la cargamos con muchísimo orgullo— de llevar el tango del Río de la Plata al mundo junto a grandes exponentes y bailarines”, agrega.
Para De Ron, el tango sigue generando curiosidad en el exterior, tras haberse expandido en su época dorada por figuras como la de Gardel. Ella misma, que vivió dos años en Japón, constata que “al japonés le fascina el tango”. ¿Y en Uruguay? Aunque Tango Lovers llenó el Sodre varias veces, De Ron reconoce que el tango no se escucha tanto y que el circuito corre por las calles del under; el Bar Fun Fun, el Milongón o el Callejón podrían ser algunos de ese círculo en Montevideo. “Tienen que surgir figuras más nuevas para arrimar a las generaciones más chicas”, agrega. Tango Lovers logra imponerse porque es un equipo que ronda en los 30 años y, según cuenta Plaz, interpretan desde un lugar “mucho más deconstruido”, propio de su realidad.