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Cine
Berlín y el cine

The Human Hibernation: De un erizo australiano al premio de la crítica en la Berlinale

La película española se estrenó en la Berlinale y se llevó el premio FIPRESCI, LatidoBEAT entrevistó a Anna Cornudella, directora del film.

02.05.2024 15:33

Lectura: 13'

2024-05-02T15:33:00-03:00
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Por Nicolás Medina
nicomedav

Nos vamos a quedar sin casa. No hace falta una la voz de un líder de opinión, ni los treinta segundos de un artista galardonado en un escenario al que todo el mundo está viendo para darnos cuenta. Menos algún que otro político que se jacta de ecofriendly para sumar votos. Pero igual nos empecinamos en aplaudir todo esto, como si se tratara de un mensaje revelador. Nuestro planeta, la naturaleza, sufre. Somos el único agente de cambio posible, y a su vez, su peor enemigo.

Todos somos un poco hipócritas en ese sentido: cada vez que hay una película que expone una de las tantas venas comprometidas del planeta lloramos, sentimos un peso en el pecho, pero luego volvemos a nuestras rutinas diarias sin realmente hacer ningún cambio significativo. A lo sumo, le damos estrellas y corazones a la película en Letterboxd y le recomendamos a alguien el nuevo documental de Netflix. Nos olvidamos del mensaje, los cuales, siendo honestos, carecen de cualquier tipo de retórica.

La desconexión entre la conciencia y la acción se vuelve todavía peor, nunca nos planteamos los rodajes no sustentables, la huella de carbono que dejan los festivales de cine que convocan miles y miles de personas en el mundo a sentarse en un avión que publicita sus políticas verdes mientras nos sirven bebidas en vasos de plástico descartables, y que acá comentamos.

Y en este panorama, parece un poco desesperante que cuantos más contenidos que velan por la conciencia ambiental se hacen, menos sustancia realmente tienen. Es, entonces, cuando llega una película como The Human Hibernation (2024), que logra proponer una o varias interpretaciones de lo que estamos haciendo con el lugar donde vivimos, pero sin volverse un panfleto lleno de placas negras que dejan que las letras blancas se fundan para dejarnos únicamente una cantidad cuantificable de daño proporcional a la Tierra.

Anna Cornudella, su directora, oriunda de la provincia de Terrassa, Cataluña es una artista multidisciplinaria que se ha movido entre los mundos del cine y la ciencia. Ha dirigido videoclips para la banda B1N0, proyectos de video-arte que coquetean con la bioarte, la búsqueda de alternativas y las utopías sociales.

The Human Hibernation se gestó en el marco de la beca de investigación Art Jove en colaboración con el MACBA, donde trabajó junto a referentes de la curaduría de arte, en colaboración con algunos científicos de la Agencia Espacial Europea y algunos miembros del NASA AMES Space Torpor Workshop de la NASA.

La película fue producida Japonica Films y Batiak Films de la mano de Gerard Rodriguez, Frank Lucas, Clara Santaolaya y Pol Cornudella y escrita por su directora junto a Lluís Sellarès. Tuvo su estreno en la 74° edición de la Berlinale, enmarcada en la sección Forum.

The Human Hibernation de Anna Cornudella

The Human Hibernation de Anna Cornudella

En su ópera prima, Cornudella nos invita a explorar un mundo reestructurado, donde los habitantes se han adaptado a hibernar para poder sobrevivir. Mientras tanto, los animales, escasos, parecen tener un respiro de la mano del hombre. Y en ese respiro nos observan. Mientras tanto, en el gélido invierno, Erin despierta y busca desesperadamente a su hermana Carla. Los humanos salen de sus cuevas en secuencias que erizan la piel. Todo es hostil y desconocido.

La película no sólo funciona como referencia del perfil de películas exhibidas en Forum, con una propuesta estética y narrativa arriesgada, sino que también confía plenamente en el espectador, y no sólo eso: no pretende en ningún caso ser una herramienta indicativa, ni exponer el fascinante universo que crea.

The Human Hibernation habla sobre la vida, sobre nuestro lugar en el mundo, nuestra relación con la naturaleza e incluso sobre el lenguaje en sí mismo.

La película es extremadamente consciente de que, ante todo, es arte, que puede integrar diferentes recursos, dispositivos, crear un relato visual y narrativo que nos despierte diferentes sentidos. O quizá alguien no encuentre nada de esto en su visionado, y su interpretación este despojada de cualquier tipo de apreciación simbólica.

The Human Hibernation de Anna Cornudella

The Human Hibernation de Anna Cornudella

En el Berlinale Palast, en el marco de la Berlinale de este año, LatidoBEAT conversó con Anna Cornudella, con quien la entrevista se sintió más como una charla en español entre el alemán y el inglés que reverberaban por la sede del festival.

¿De dónde surge la idea de la película?

Primero surge de una pregunta que era “¿Qué pasaría si el entorno natural deja de ser habitable por el cambio climático?”, es decir, ¿desarrollaríamos alguna especie de fórmula de supervivencia? Entonces leí una crónica de un animal que se llama Equidna, que es una especie de puercoespín que vive en Australia, y que tras una serie de incendios que sucedieron en Australia hace más de 10 años, nadie entendía como había sobrevivido, y resulta que había empezado a hibernar. Había reducido su metabolismo, y había sobrevivido gracias a esto. Porque no encontraba recursos para sobrevivir. Ese fue un poco el origen. En la película lo he dejado un poco abierto a si es una sociedad futura o si es una sociedad hipotética que se desarrolló, distinta a la nuestra. Me gusta que cada uno pueda reflexionar lo que le apetezca, pero sí que la película pretende reflexionar sobre cómo estamos habitando el mundo y cómo estamos relacionándonos con la naturaleza y los animales.

La película pasó por diferentes espacios de industria. De todos estos procesos, ¿cuáles fueron las cosas que más te resonaron y que ayudaron a que la película sea lo que es hoy?

Realmente hemos pasado por muchos. Y la verdad que ha sido de mucha ayuda en muchos niveles. Desde Abycine, Márgenes/Work, REC, Mallorca Talent Lab (Atlántida Mallorca Film Fest). La verdad es que aprender a presentar la película, para mí, que era algo súper nuevo, fue súper importante, y en Atlántida nos hicieron talleres de presentar, hacer pitch y todas estas cosas. Y ya en la etapa de WIP, Márgenes fue de mucha ayuda para cerrar la película, empezar a recibir feedback y tener tiempo de tocar algunas cosas que no acababan de funcionar. Después tuvimos la suerte de ganar ciertos premios que nos han ayudado a financiar la postproducción. Al final hemos tenido un presupuesto bien pequeñito y en estos casos es como que acabas tirando de un sitio y de otro para poder terminar la película.

Pero más allá del presupuesto pequeño, la película se siente bastante ambiciosa. Puede que sea por el entorno, las condiciones climáticas que uno ve. Me imagino al momento de rodaje debe haber sido algo bastante hostil.

La verdad es que el rodaje ha sido durísimo. Éramos un equipo de seis personas, muy poquitos. Por una parte, era algo que yo realmente quería. No hubiese querido un equipo gigante, tampoco lo podíamos permitir. Hay muchas cosas que están rodadas como si rodásemos un documental. Hacíamos la broma de, “a ver cuándo nos ficha National Geographic”, porque estábamos horas en la nieve quizás esperando a que pasase un ciervo. Y es que todos los animales que salen han estado rodados en libertad. Algunos son de centros de rehabilitación que los devuelven a la naturaleza, pero sí que necesitábamos mucho tiempo para poder rodar esto, mucho cariño y mucha paciencia.

En este esquema y sobre la base de lo que vos querías, supongo que rodar en estos entornos los debe haber hecho entrar casi en comunión, como retroalimentando la película.

De hecho, bromeábamos porque parecíamos un poco los personajes de la película. Para algunos planos necesitábamos gente e íbamos todos vestidos cada día con el traje de los humanos de la hibernación y cuando rodábamos era como “¡Venga, quítate la chaqueta que sales tú!”, nos mimetizamos un poco. También en las formas, estábamos todo el día en el bosque. Incluso en el primer viaje que estábamos haciendo el casting, íbamos con un hornito y nos cocinábamos. Hay una cosa de ser muy poquitos y es que facilita mucho filmar animales que si no sería absolutamente imposible.

The Human Hibernation de Anna Cornudella

The Human Hibernation de Anna Cornudella

Los animales parecen dirigidos, parecen actores. ¿Cómo lograron esto?

 Pues lo hicimos con una paciencia infinita. Básicamente esperábamos a que pasase lo que tenía que pasar. En la escena de los caracoles, por ejemplo, estuvimos toda una mañana grabando caracoles hasta que encontramos el plano. Con Pol Camprubí, que es el director de foto y Gala Seguí, la directora de arte, cuidábamos mucho los planos. Estábamos igual tres horas componiendo. Hay una parte de este cariño por cada plano que hace que, en conjunto, luzca mucho mejor. Y cuando estás trabajando con animales, a no ser que uses animales adiestrados, que para mí iba en contra de todo. Esto es muy importante.

Pero seguro no fue fácil, justamente porque es un poco impredecible.

Hubo un momento de crisis con las vacas. Porque era imposible, no las podíamos ni tocar. Y me decían, “Anna, es que igual tienes que buscar una alternativa”. Pero es que no tenía ningún tipo de sentido rodar con vacas adiestradas porque va en contra de todo lo que estoy contando. Fue un ejercicio de acercamiento a ellas y de mucha paciencia, hasta que encontramos la forma de anticiparnos a lo que iban a hacer para poder grabarlo. Porque aparte íbamos con un trípode y una cámara. No había más. Era plantar la cámara y esperar. Esperar adentro del bosque y a ver si las vacas venían. Era mucha paciencia.

¿Y los actores? ¿Eran profesionales?

No, los personajes son personas reales. Granjeros, cowboys. El proceso de casting para mí era de lo más importante. Porque son personajes reales y las historias que hay dentro de la película son historias suyas. Nos fuimos con Pol [Camprubí] y con Lucía [Ajuria Noguera], la foquista y cruzamos desde Nueva York a Dakota del Sur tocando puertas de granjas, presentándonos y buscando a estos personajes. Hice un trabajo previo a través de Facebook. Eso funcionó mucho, porque entre los granjeros usan solo Facebook. Fui encontrando a algunos de ellos, que luego fuimos a entrevistar, e íbamos viendo cuales funcionaban mejor. Una pregunta clave para entrever si el personaje iba a funcionar era ¿Qué sientes cuando miras a los ojos a una vaca? Y normalmente, si la respuesta era buena, era un buen personaje. No fue un proceso de casting normal, se trata de gente que está trabajando en su granja y tienes que tener un poco de tacto. Si queríamos hacer una entrevista, estábamos dos días en su casa, que nos conocieran, y luego que se dieran cuenta que no pasaba nada si les hacíamos una entrevista. Porque también son un poco reticentes a que los grabes.

La película hace algo muy valioso, y es confiar mucho en la audiencia. ¿Cómo construiste el relato y que esperabas del espectador?

Para mí, algo importante era que cada uno pudiera entender lo que le apeteciera. La película, a lo largo del proceso, ha ido sumando capas y capas narrativas. Había una base que era, “los humanos hibernan”, y quería el ciclo entero de las estaciones del año para tener una estructura de la que agarrarme. También está la narrativa de que un niño se despierta y su hermana le busca. Pero más allá de esto, los personajes han añadido un montón de capas con sus historias. Todo ha ido tomando forma y haciéndose más denso y profundo. Entonces, que algunas capas no se lean o no se lean al cien por cien, o que alguna gente lea unas y otra gente lea otras era lo que me interesaba de la película. Yo quería hablar de estas narrativas que nos construimos a la hora de entender la naturaleza. Estas historias que el ser humano se inventa para comprender como funciona la religión, la ciencia. Para mí todo eso eran historias, y yo estaba añadiendo más historias sobre cómo funciona la naturaleza.

The Human Hibernation de Anna Cornudella

The Human Hibernation de Anna Cornudella

El diseño de sonido es impresionante. Aporta mucho al relato. ¿Cómo fue este trabajo?

Laura Tomàs Cascalló, que hizo el diseño de sonido, sonido directo y también la mezcla ha hecho un curro muy grande. Porque la verdad que al rodar en las condiciones que lo hicimos, con tormentas de nieve, animales, todo, menos las entrevistas, era inaprovechable. Todo el resto se ha tenido que reconstruir. Tuvimos que hacer el diseño y la mezcla súper rápido para llegar a la Berlinale. A mí me hubiera gustado trabajarlo aún más, creo que la película es muy visual, y que como tiene estos planos tan largos, tan estáticos, el sonido es un elemento importantísimo. Yo quería trabajar cada detalle, quería que toda la naturaleza sonara. Intentamos llegar al máximo y que el sonido fuese muy narrativo y ayudase mucho al viaje visual.

¿Y justamente, la fotografía?

La verdad es que las composiciones de planos es algo que hicimos en conjunto con todo el equipo. Yo tenía unas ideas muy claras de los planos. Por ejemplo, de cuando salen los humanos haciendo cosas, yo quería hacer como un cuadro. Y si lo podía narrar en un solo plano, mejor. Creo que poder contemplarlo desde un punto de vista único ayuda mucho a esta sensación de contemplación de la naturaleza. Con Pol [Camprubí] nos entendemos súper bien, y teníamos muy clara la estética que queríamos de la película. Cuando ruedas con un equipo tan pequeño, es importante que todos vayan alineados, porque yo casi nunca podía mirar a la cámara, a veces Pol [Camprubí] estaba haciendo algo y Lucía [Ajuria Noguera] tirando el plano. Fue muy importante confiar muchísimo y que todos estuvieran muy convencidos de lo que hacíamos.

The Human Hibernation en la Berlinale

The Human Hibernation en la Berlinale

Luego de llevarse el premio de la crítica de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) dentro de la sección Forum, la película formó parte de la selección oficial del 63° Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI), el Stockfish Film Festival 2024 (Islandia), y en la competencia de ficción del Crossing Europe Film Festival. Mientras sigue recorriendo festivales, la película será uno de los títulos destacados por parte de la agencia de ventas Begin Again Films en el Marché du Film de este año en el Festival de Cannes.

Por Nicolás Medina
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