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Contenido creado por Manuel Serra
Música
Por Little Butterfly Records

Tras los pasos de Jorge Galemire, un coloso ineludible de la música uruguaya

Si uno repasa la historia, vuelve una y otra vez a su nombre. Sin embargo, su figura sigue sin ser reconocida como debiera por el público.

23.06.2022 18:50

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2022-06-23T18:50:00-03:00
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Por Little Butterfly Records
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Escribe Andrés Torrón (@AndresTorron)

Aunque casi siempre está relacionado con alguna clase de talento, el éxito en materia artística es siempre misterioso y pocas veces está conectado con el concepto de justicia. En todas las épocas y en todos los contextos hay artistas que quedaron bajo el radar que, “en un mundo perfecto”, hubieran sido merecidamente reconocidos. En Uruguay esos ejemplos abundan.

Si uno repasa la historia de la música uruguaya se va a encontrar una y otra vez con el nombre de Jorge Galemire, ya sea en diversos roles como músico, arreglador y productor junto a otros creadores o estando en la génesis de varios de proyectos clave. Los discos que llevan su firma – especialmente los de los años 80, que pasaron décadas descatalogados – son un preciado objeto de colección y han servido de influencia a generaciones de músicos.

Sin embargo, su figura sigue siendo muy poco conocida por el público.

En varios frentes

De adolescente Jorge Galemire (1951) se deslumbró por parteas iguales con Los Beatles, El Kinto, Crosby Stills & Nash y Totem. Como otros artistas de su generación, se vinculó desde muy joven al creativo ambiente del rock uruguayo de comienzos de los 70, llegando a integrar, por ejemplo, la última formación de la banda El Syndikato y formando un trio de onda acústica llamado Epílogo de Sueños que luego se transformaría en una nutrida banda de música progresiva, donde participaría como bajista Jaime Roos.

La efervescencia cultural de fines de los años sesenta y comienzos de los setenta fue cortada de raíz por la dictadura militar que dio el golpe de estado en 1973. Pero varios jóvenes se las ingeniaron para seguir haciendo música, fusionando rock y raíces folclóricas basándose – en parte por necesidad y en parte por razones estéticas – en el sonido acústico. Galemire fue un actor muy destacado de esa movida.

En 1974 fue parte de un proyecto fermental liderado por Carlos “Pájaro” Canzani, que dio origen al disco y al espectáculo Aguaragua, uno de los primeros intentos de hacer música nueva en un contexto especialmente complicado. Por Aguaragua además de Galemire pasaron músicos como Jaime Roos, Jorge Lazaroff o Jorge Trasante, entre otros.

En 1976 se juntó con Eduardo Darnauchans y Eduardo Rivero para realizar un espectáculo en una pequeña sala de Pocitos, denominado Nosotros tres. El show pensado para una sola función estuvo meses en cartel y marcaría el inicio de una explosión de conciertos de nuevos artistas que renovaron la escena musical local.                               

Un año después participó de otro proyecto inaugural, integrando la primera formación del colectivo Los que iban cantando, liderado por Lazaroff, Jorge Bonaldi y Luis Trochón, que marcaría a la música uruguaya de fines de la década del 70.

Galemire siempre estuvo en varios mundos a la vez. Sus conocimientos técnicos y musicales, su amplitud y ductilidad estética y su talento como guitarrista tanto acústico como eléctrico, lo llevaron a servir de músico acompañante, productor artístico (antes de que esa tarea fuera acreditada en Uruguay) y arreglador en varios discos de colegas como Dino, Larbanois-Carrero y Eduardo Darnauchans.

Hay dos clásicos de la música uruguaya que lo tienen jugando un rol preponderante: Sansueña de Eduardo Darnauchans (1978) y Hoy Canto de Gastón Ciarlo “Dino” (1979). En Sansueña, además de ocuparse de los roles de productor y arreglador, tocó casi todos los instrumentos que pueden escucharse en el álbum.

Solista

Galemire grabó Presentación, su primer disco solista en 1981. En ese álbum junta varias de las vetas en las que había estado inmerso, optando por un sonido eléctrico que sorprendió mucho en su momento. El disco mezcla los sonidos del candombe jazz que los hermano Fattoruso y Ruben Rada estaban desarrollando con Opa, con la veta cancionística uruguaya surgida en la segunda mitad de los setenta. Tiene participaciones de gente tan variada como Jaime Roos, Mauricio Ubal, Hugo Fattoruso o Eduardo Darnauchans, tendiendo un puente entre el mundo del candombe beat, el jazz rock, el pop y la fusión con el de la canción de autor.

Galemire sería invitado por Jaime Roos a participar en uno de sus discos mas importantes Siempre son las cuatro (1982), donde aportó su particular estilo guitarrístico en varios temas. Su nombre queda inmortalizado al comienzo de la canción “Hermano te estoy hablando”. En 1984 volvería a participar en el álbum Mediocampo y en la primera encarnación del grupo Repique, ideado por Jaime para tocar candombe en los bailes y para acompañarlo en vivo.

En su segundo disco, grabado y editado en 1983 continuaría las búsquedas del debut, pero de una manera aun más original, logrando lo que muchos consideran su obra maestra. Segundos afuera fue uno de los trabajos más ambiciosos de esa generación de músicos, creando un pop sofisticado con raíces locales e iguales dosis de groove y psicodelia; ahondando en climas y texturas, con tintes psicodélicos, sin dejar de lado el groove del candombe.

A nivel de producción y sonido es un disco sorprendente por como maneja una cantidad de elementos aparentemente dispares y por cómo logra sacar partido de las limitaciones que implicaban grabar un álbum tan elaborado en un estudio uruguayo de 1983. Al igual que en Presentación, jugó un rol muy importante Darío Ribeiro como ingeniero de sonido y co-productor.

Segundos Afuera pasó casi desapercibido por el público. Fue, sin embargo, desde el momento mismo de su salida, un clásico instantáneo dentro del ambiente de la música uruguaya. La sofisticación de su sonido; la manera única en como se combinaba pop, rock, jazz, candombe, milonga y murga; la búsqueda de climas y texturas; las letras que mezclaban temas cotidianos y reflexión existencial deslumbraron e influenciaron a distintas generaciones de artistas.

Galemire tuvo mucho que ver también con la incorporación del pop y el rock a la música nacional en los años ochenta. Su disco Ferrocarriles de 1987 lo mostró en un formato mucho más roquero y abiertamente eléctrico. Por esa misma época también participó de proyectos como el disco de Fernando Cabrera Buzos Azules, la banda pop Polyester y el grupo Los Championes.

Su cuarto disco Casa en el Desierto de 1991 fue grabado con un pie en el avión. Galemire partió hacia España ese mismo año, donde vivió catorce años. Entre sus múltiples actividades allí fue parte de la banda de Jorge Drexler, llegando a grabar en el álbum Frontera en 1999.

En 2002 volvió fugazmente y dio un excelente recital en la sala Zitarrosa, donde se juntaron en el escenario varios de los músicos que habían compartido camino con él. Galemire no siempre parecía disfrutar de tocar en vivo (sus pocas dotes de frontman pueden llegar a explicar su poca popularidad); pero este recital fue uno de los mejores que realizó. Por suerte todo quedó plasmado en el disco Perfume editado por el sello argentino Barca en 2004, que incluye además tres temas grabados en estudio.

Un año antes había grabado un disco con canciones nuevas que iba a ser editado por el sello estadounidense Big World, algo que podría haber cambiado bastante la difusión de su obra. Desavenencias con el productor Neil Weiss hicieron que el disco estuviera guardado por casi una década. Trigo y Plata, su quinto y ultimo álbum de estudio, se editó finalmente a través del sello Ayuí en 2012.

Una playlist armada por Andrés Torrón con lo fundamental de la música de Jorge Galemire. Una buena puerta de entrada a su mundo. 

Vigencia

De vuelta en Uruguay a partir de 2005, Galemire fue parte de varios proyectos, algunos por inquietudes artísticas, otros buscando la siempre difícil supervivencia económica.

Por fortuna, se abocó a armar un canal de YouTube donde grabó varios videos tocando sus canciones, solo o acompañado por músicos como Fernando Ulivi, Walter Bordoni, Alejandro Ferradás y Fernando Cabrera. También subió a su página unas grabaciones en formato power trío (guitarra eléctrica, bajo y batería) junto a Diego Munúa en batería y Rodrigo Vicente en bajo, que son una excelente muestra de su enorme y variado talento.

Cuando falleció en 2015 gran parte de su discografía era inconseguible en forma oficial. Su obra cumbre Segundos Afuera increíblemente nunca se había reeditado en ningún formato desde su lanzamiento original, convirtiendo a los pocos cientos de copias en un preciado objeto de colección dentro y fuera del país. Recién en 2020, ese álbum, Presentación y Ferrocarriles fueron subidos a los sitios de streaming. En 2021 paso lo mismo con Casa en el Desierto.

Unboxing de la reedición de Segundos Afuera (1983), segundo disco de Jorge Galemire y por muchos considerado como su "obra cumbre", hecha por Little Butterfly Records en 2022.

Hace un par de meses se cumplió un sueño que parecía imposible, Little Butterfly Records reeditó Segundos Afuera en vinilo. Casi treinta años después ese disco mítico y casi desconocido volvió al formato físico mostrando su belleza inalterada. Hoy en día, todos los discos solistas de Jorge Galemire están disponibles en forma virtual, permitiendo descubrir y apreciar una obra que es parte fundamental de nuestra banda sonora.

La justicia no tiene lugar en el arte, aunque a veces hay cosas que se le parecen.

El sello Little Butterfly Records presenta una escucha pública de la reedición de Segundos Afuera en el Centro Cultural Charco (Maldonado 1477). Es el miércoles 29 de junio a las 19 horas. ¡Están todos invitados!

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