Desde la Antigua Atenas hasta el siglo XXI en Uruguay. Sea para señalar las injusticias de la Polis, o las injusticias del fútbol. Sea Sócrates, o sea Marcelo Bielsa. Edipo, el personaje que escribió Sófocles y sobre el que teorizó Freud tampoco nos queda tan lejos. ¿Cuánto estamos dispuestos a hacer para no mirar hacia la verdad?
La cuestión universal del individuo se explaya de manera infinita en la cultura, aquel refugio subterráneo donde siempre hay lugar para la catarsis. Como todas las semanas, componemos un nuevo paisaje sonoro de las canciones que seleccionamos para nuestras historias de Instagram.
Una línea temporal y espacial que parece no encontrar límites. La tragedia griega, el fútbol, la música, tirarse de la ventana de un hotel para caer en una piscina y seguir adelante. Decir "Say no more" porque, cuando las palabras parecen llegar a su límite, hay que dejar que la música hable.
Marcelo Bielsa: un Sócrates moderno que no tiene miedo a beber la cicuta de los poderosos
El fútbol lo ha hecho de nuevo. Como en Maracaná, como Inglaterra 66 o México 86. Como en Italia 90 o en Estados Unidos 94. Como en Brasil 2014, y ahora en esta Copa América, lo más importante se confunde con lo menos, y es imposible no pensar que el fútbol no es solo fútbol, y que nos debe interpelar y hacer pensar.
Sonaron "Heroes" de David Bowie, "Blowin´ In The Wind" de Bob Dylan, "¿Qué es Dios?" de Las Pastillas del Abuelo, "Bigmouth Strikes Again" de The Smiths y "All This And More" de Dead Boys.