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Música
Correntada

Valentín Andersen: “El Plan de la Mariposa siempre ha sido una búsqueda”

La banda argentina, conformada por cinco hermanos y dos amigos, se presenta este 24 y 26 de enero en Punta Ballena.

22.01.2025 12:41

Lectura: 9'

2025-01-22T12:41:00-03:00
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Por Catalina Zabala
catazabalaa

Nacieron en Necochea, les encanta La Vela Puerca y reconocen en la improvisación una "pata fundamental" de su proyecto. El Plan de la Mariposa parece, curiosamente, nunca haber seguido un plan. El grupo está formado por dos amigos, Andrés Nör y Julián Ropero, y los Andersen: Sebastián, Santiago, Camila, Máximo y Valentín, cinco hermanos criados en una casa en la que, según cuenta Valentín, la música no dejaba de latir. 

Si bien un lazo sanguíneo ya unía a varios de ellos, su vocación compartida terminó de afirmarlos como grupo. Un grupo que, lejos de tener un plan estipulado, basó su actividad en la búsqueda más instintiva. Para Valentín, la clave del artista está en seguir la "brújula interior", una que sabe guiarnos hacia aquellas cosas que nos interpelan, que nos emocionan, que nos hacen sentir. O como otros las llamarían, las musas inspiradoras, unas que no pueden ser ignoradas por quien crea, para que sus ideas continúen floreciendo. 

Su sexto álbum de estudio vio la luz en 2024. Lo bautizaron Correntada y Valentín asegura que responde a un momento. Lo describe como una foto de las inquietudes que despertaron en cierto momento, pero como suelen hacer, siguen buscando. 

El Plan de la Mariposa se prepara para una gira por Europa que incluye fechas en España, Alemania, Holanda, Inglaterra y Dinamarca. Sin embargo, su primera parada será en Uruguay, y más concretamente en el Festival Medio y Medio de Punta Ballena. Con una fecha agotada y la segunda ya fijada, Valentín espera con entusiasmo un evento que estrecha su relación con nuestro país, la cual entiende como muy agradable. El festival tendrá lugar a las 21:30 h y las entradas pueden adquirirse aquí

El nombre de la banda, El Plan de la Mariposa, surge de la transformación. ¿Se identifican especialmente con este concepto?

El nombre surgió de la improvisación, que para nosotros desde el comienzo del proyecto ha sido una pata fundamental. Desde el juego con la música como vehículo para pasarla bien, como un estado recreativo si se quiere. Nosotros empezamos así, en previas con amigos antes de salir. Nos juntamos los hermanos cuando más o menos se emparejaron las edades, nos llevábamos más o menos tres años cada uno, y empezamos a curtir un código en común. Y en este espacio de libertad que sentimos por la música, apareció el nombre de "El Plan de la Mariposa".

Lo espejamos con esa experiencia que a veces te da la música. Te vas, no pensás. Sentís y habitás otro espacio. El nombre alude un poco a esa sensación, que después fue evolucionando y la experiencia llevó a otras dimensiones. Nuestra relación con la música también, pero siempre tratamos de mantener ese germen que fue la improvisación, el juego y el disfrute. Es un norte que siempre intentamos mantener, porque fue el inicio de todo. Sigue siendo un viaje de aprendizaje fuerte, porque cuando empezamos con la banda no veníamos de proyectos previos. Hemos aprendido todo dentro de El Plan de la Mariposa, con todas las aristas que supone tener un proyecto así.

Cinco de ustedes son hermanos. Desde Airbag en Argentina hasta Oasis o AC/DC, dentro del mundo del rock hay varios ejemplos de bandas integradas por hermanos. ¿Esto responde quizás a una complicidad especial para trabajar? ¿Cómo fue su experiencia?

Sí, yo creo que para llevar adelante un proyecto con personas, más allá de a qué se dedique el proyecto, lo más difícil es ponerse de acuerdo y tener varios puntos en común. Una forma de ser, una forma de pensar, un marco de pensamiento, valores y códigos en común que tenés que tener. Y creo que en un principio el hecho de ser hermanos ayudó bastante. Después también puede tener y ha tenido sus dificultades, porque somos hermanos y si lo pensás estás un poco sometido a las dinámicas de la familia, y se destapan esos roles o esas formas de ser. El trabajo por momentos se centró en intentar moverse de esos lugares, reinventarse y crecer. Empezamos con El Plan cuando éramos chicos, pero fuimos creciendo, y cada uno se fue desarrollando en las áreas que más le interesaban. Es un desafío, pero creo que lo es para cualquier proyecto que involucre personas y que sea así, cooperativo. Me parece que se enfrentan a los mismos desafíos que nosotros.

Cortesía de la producción

Cortesía de la producción

¿Cómo se entienden a la hora de trabajar con Andrés Nör y Julián Ropero, al no ser sus hermanos? ¿Significó un reto en algún momento la integración de estas perspectivas externas?

Habría que preguntarles a ellos, pero nosotros tocamos juntos desde hace muchos años. Son dos hermanitos más, así que son fundamentales. Son la batería y el bajo, la base de todo el motor musical. Tenemos una buena dinámica musical con ellos, pero habría que ver cómo lo viven desde su lugar. 

¿Cuáles dirías que fueron sus principales influencias artísticas? 

Hubo muchas, también creo que cada uno porta distintas cosas. Pero hay una base de rock nacional que compartimos. Mucho León Gieco, mucho Charly. Después creo que una influencia que también nos identifica es la música celta. Acá escuchábamos mucha música celta, de violines, de gaitas, ese tipo de melodías están presentes desde que somos chicos. También hemos escuchado mucho folclore, y después cada uno trae su bagaje de cosas que viene escuchando en su propia búsqueda. Creo que cada uno tiene una brújula para ir buscando cosas que le interpelen, cosas que le emocionen, y para mí es importante mantener esa brújula activa y seguir encontrando cosas que te hagan sentir. Eso tarde o temprano se vuelca en tu creatividad. El laburo de alguien a quien le gusta hacer música y crear es mantener la emotividad dentro de lo que consume y sentir la profundidad de la música y de la vida. Si no estás buscando, te podés estancar y no encontrar eso. Puede ser desde un libro hasta una canción, o arte visual de cualquier tipo. Pero mantener esa emocionalidad, esa sensibilidad.

Cortesía de la producción

Cortesía de la producción

Son varios integrantes, ¿sus influencias siempre fueron similares, o se fueron enriqueciendo de la variedad que aportaba el grupo?

Cuando éramos más chicos, en la etapa adolescente, se sentía mucho el tema de diferenciarnos entre hermanos. En nuestra casa había gran variedad, porque a uno le iba por la cumbia, a otro por Marley. Después Santi, que toca el violín, era metalero, mi otro hermano era del rock de los setenta con sus sintetizadores, el Seba escuchaba más cumbia nacional. Crecimos juntos y nos fuimos influenciando uno del otro, nos fuimos juntando. Cada uno escucha cosas diferentes y las va compartiendo, vamos tomando lo que nos gusta de lo que escuchamos. Yo toco la guitarra y siempre me gusta buscar guitarristas que me interpelen, y sacar lo que me gusta de ellos. Me gusta mucho la música africana, cómo abordan el hecho de tocar la guitarra, y así un montón de ejemplos.

En marzo comienzan una gira por Europa, no es la primera vez que van. ¿Se preparan de otra manera, o implica el mismo trabajo que tocar en América Latina? ¿Siente la necesidad de adaptarse a un público con características diferentes? 

Cambia un poco. Por ejemplo, yo en una fecha de acá toco con cinco guitarras, y para ir hasta allá voy con dos. Hay que reducir un poco el aspecto más técnico para moverse en grandes distancias. Pero después, vamos a hacer más o menos  el mismo show que venimos haciendo. Seguimos presentando Correntada (2024), el disco que sacamos a mitad del año pasado. Las fechas de allá significan una carga emocional nueva, por el hecho de encontrarnos con muchos argentinos que viven allá en España, que quizás hace mucho que no vuelven y les llevamos un cachito de Argentina. Esa es la sensación, lo que nos devuelven. Igualmente, antes de ir para allá vamos a estar por Medio y Medio en Punta Ballena, ahora pronto. Esa es una movida que venimos viendo hace bastante. Medio y Medio siempre nos pareció interesante, y es la primera vez que vamos para allá. Por suerte se agotó la fecha del viernes y sumamos el domingo, así que vamos a estar varios días en ese lugar, que me dijeron que es hermoso. 

Cortesía de la producción

Cortesía de la producción

¿Cómo es su relación con Uruguay, tanto con el público como con los artistas?

La verdad es que es muy linda. Nosotros fuimos y somos muy seguidores de La Vela Puerca. Cuando venía a Necochea nosotros íbamos a verlos siempre, y los teloneamos varias veces acá y en Buenos Aires. Cada vez que vamos siempre los vemos ahí, nos cruzamos. También con los de Cuatro Pesos de Propina, con el Mota de Once Tiros, con Ruben Rada. Sentimos que cruzamos y nos esperan con los brazos abiertos. El público también es muy caluroso y buena onda con nosotros. Siempre que pienso en las fechas del año y que vamos a ir a Uruguay, me parece un lugar muy lindo para visitar y me pone contento.

El año pasado lanzaron Correntada, su sexto álbum de estudio. ¿Marca un cambio de etapa en términos musicales?

Yo creo que El Plan de la Mariposa siempre ha sido una búsqueda. En ese sentido siento una continuidad, porque Correntada es una búsqueda más. No siento que hayamos encontrado algo en lo cual vayamos a seguir incursionando, sino que es una foto de un momento y de las inquietudes que teníamos en esos días. También es acompañar lo que viene, hacer un disco es elegir las canciones que vivieron y cómo las acompañás musicalmente, y es eso lo que tenés para dar. Lo que vendrá es una incógnita y es parte de lo lindo de este camino. Ir viendo qué es lo que nace y a qué le damos bola.

¿Tienen alguna idea de a dónde puede ir su música en el futuro?

Todavía no tenemos una idea clara, la verdad. El disco lo sacamos hace siete meses, así que estamos todavía con esa energía. La creación siempre está ahí, pero después, como banda, todavía no hemos tenido ese tipo de charlas. Para dónde queremos ir. 

Por Catalina Zabala
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