Bajo el cielo indeciso del viernes a la noche, que retenía a una lluvia amenazante, jóvenes y adultos hacían fila en la puerta de la Sala del Museo a la espera del primer show en Uruguay de la banda argentina Nafta, que tiene a Magamo en voz y guitarra, a Tomás Sánchez en batería, a Simón G. en teclado, a Brian Vainberg en bajo, An Espil y Abril Olivera componen el glorioso coro y Jonathan Vainberg se ocupa del sonido.

Adentro, ya tocaban Facundo Balta y su banda, que fueron los teloneros y encargados de preparar el ambiente previo a la salida a la cancha del grupo porteño. Y cumplieron: la gente calentó motores y se dejó llevar por un candombe funky que hizo bailar a toda la sala.

El hijo de Gustavo Balta y María Rosario Charo Martínez, dos legendarios carnavaleros, lleva el candombe en la sangre y logra una mezcla explosiva de funk y soul, con un groove que envuelve y contagia a cualquiera, no es para pensarla tanto.

Foto: Sebastián Astorga

Después de una presentación a puro swing, que terminó con una ovación por parte del público presente, el conjunto juvenil, agradecido por la reacción de los oyentes, dio paso a lo que sería la primera presentación de Natfa en tierras charrúas.

Sobre las 21.30, la banda formada en 2016, se apoderó del escenario ante una audiencia que esperaba de pie, preparada para sentir la magia de ese grupo inspirado en el soul de los setenta y el neosoul de fines de los noventa.

Nafta lanzó su primer álbum homónimo en 2019, una pieza audiovisual de 45 minutos que entrelaza 12 canciones, 12 historias conectadas por elementos dramáticos que narran situaciones cotidianas y exploran los vínculos sociales, el amor y el desamor.

Con un disco recién salido del horno, la banda se vio enfrentada al confinamiento por la pandemia, lo que los privó de salir a tocar o juntarse a ensayar. Sin embargo, creció en oyentes y en reproducciones en las plataformas digitales. De esta manera, se posicionó fuerte dentro de la escena musical argentina, innovando con un lenguaje único y llamativo.

El inicio fue instrumental y acertado. Al grito de “Buenas noches, Montevideo”, el líder de la banda saludó al público que respondió con un aplauso incesante, acompañado de gritos de aliento y silbidos. Las coristas salieron a escena minutos después y la audiencia volvió a estallar.

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Magamo, marcaba presencia parado en el centro del escenario y a los lados, Abril y An, que lucían un total black, completaban el trío. Nafta estaba preparada para hacer vibrar a la Sala del Museo, y a toda la Ciudad Vieja con unas voces y unos tonos privilegiados que fueron de menos a más.

Comenzó a sonar “El enrosque”, uno de los temas que conforman el primer —y único hasta el momento— álbum del conjunto de música urbana. Al público, heterogéneo pero en su mayoría juvenil, lo conformaban grupos de amigos, parejas, y también muchas personas que disfrutaron del show en soledad, pero que se mimetizaron con un entorno demasiado chill a tono con la banda. Cada uno en la suya y a la vez conectado con el ambiente.

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

La acústica del lugar ayudó a que la gente compartiera la misma intensidad, sin dejarse enroscar, sin complicarla. Los músicos, totalmente acompasados, generaban un clima diferente para cada canción sin perder la magia y teatralidad que los caracteriza.

La visual no se quedó atrás y acompañó a la melodía con una estética elaborada.

Llegó el momento del tecladista y Simón G. hizo de las suyas bajo unas luces azules que lo señalaban como el protagonista mientras la gente, eufórica, no paraba de aplaudir, denotando algarabía y satisfacción.

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Uno de sus temas emblema, “Ya es tarde”, vistió de amarillo a la sala entera mientras la audiencia coreaba “si te sirve mi perdón, te lo doy”. Le siguió “Unos días más” y la gente se comenzó a mover, relajada y distendida, al tiempo que pedía, junto al vocalista, un tiempo de prórroga.

Cuando sonaron los primeros acordes de “Vos No”, el público enloqueció ante un tema que resalta por sus coros exquisitos y una sutil melodía difícil de no acompañar con el movimiento del cuerpo. “Todo, todo, todo, todo, todo lo que toco lo rompo”, cantaban todos, sin disimular el goce, bajo la iluminación de un intenso rojo.

“Vos no tenés la culpa, papá”, entonaron Abril y An, bajo un juego de luces con tonos violeta y fucsia, frente a la ovación del público que se deshacía en elogios, maravillado por voces que de este mundo no son, eso sin duda.

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Feliz por la respuesta, Magamo dijo: “No nos vamos más, nos quedamos a vivir acá”, idea que fue festejada por los presentes entre palmas y silbidos.

A mitad del espectáculo, el líder y principal compositor del conjunto porteño, presentó a la “gente hermosa” que lo rodeaba y pidió un aplauso para “un montón de gente que no se ve pero que está trabajando”.

En tanto, el bajista ofreció un solo que dejó al público boquiabierto y a sus compañeros arrodillados a sus pies, en un claro gesto teatral que expuso la admiración que sienten entre colegas. Una luz blanca y penetrante fue la única iluminación en la sala mientras Brian Vainberg la descosía con su instrumento.

“Así nos vamos retirando respetuosamente”, comentó Magamo, frente a la negativa de la audiencia que se reusaba a que el show termine. Y es que aún no habían tocado “Potra” y “Vení Mirá”, dos de los hits de la banda, algún error debe haber.

Los músicos se guardaron lo mejor para el final y lo acompañaron con un saxofón que no hizo más que deleitar al público, que siguió el juego y esperó pacientemente dos de los temas de la banda con más reproducciones en Spotify y YouTube.

Aplausos en lo alto, chiflidos y gritos de apoyo coronaron la velada que también tuvo sorpresas como la presentación de una nueva canción que fue bienvenida por una audiencia fiel.

Y, cómo no, el infaltable momento con celulares arriba y linternas encendidas para a escoltar el lento que fue sellado con besos de las parejas allí presentes.

Montevideo Portal | Sebastián Astorga

Los músicos ofrecieron una propuesta armoniosa y diferente con letras costumbristas y mundanas con las que es fácil conectar, historias vividas por todas y todos. El público, seducido ante el despliegue de talento, vibró a la par de la banda, que, con una fuerte identidad argentina, logró cautivar a su gente del otro lado del charco.

Foto: Montevideo Portal |Sebastián Astorga