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Contenido creado por Manuel Serra
Música
Dopamina rioplatense

Winona Riders, el “sonido del éxtasis” y su conquista psicodélica de los escenarios

El sexteto del underground argentino, nacido para “patear el tablero”, cruza el río, donde se debutará ante el público uruguayo.

06.11.2023 16:02

Lectura: 9'

2023-11-06T16:02:00-03:00
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Por María Road

*Corresponsal desde Argentina

¿Stooges? ¿Velvets? ¿Spacemen? El fenómeno que sacudió las salas del underground argentino este último año lo suficiente para despegar hacia las salas y festivales más importantes cruza el río para presentarse por primera vez en Uruguay.

Será el sábado 11 de noviembre en la primera fecha de Contumancia, un festival que organiza Plaza Mateo y que busca aúnar lo mejor de la música independiente de las dos orillas, junto a los Nuevos Creyentes y Flor Sakeo. Y el marco de la visita es la presentación de su segundo álbum de estudio: El sonido del éxtasis.

Grabado en el mítico Estudios Panda durante agosto de este año y salido este 3 de noviembre, el trabajo despliega su apuesta de rock psicodélico con tintes desérticos y la lleva más allá incorporando elementos del rock clásico o incluso el madchester noventero. Mientras tanto, el primer disco del grupo, Esto es lo que Obtenés cuando te Cansas de lo que Ya Obtuviste, también vio la luz en 2023, pero en mayo, y nos introducía a la cosmovisión de la banda marcada principalmente por las experiencias con las drogas y la experimentación.

Formada por Ariel Mirabal (Guitarra y voz), Ricardo Morales (Guitarra y voz), Gabriel Torres Carabajal (Percusión), Santiago Vidiri (Bajo), Mauro “Bocha” Arenas (Sintetizador) y Francisco Cirillo (Baterías), Winona Riders es, sin duda alguna, uno de los sucesos que más da que hablar en el panorama musical regional.

Pero, para entender este huracán que viene arrasando con todo a su paso en la escena argentina, es necesario remontarse en el tiempo, incluso previamente a la pandemia del 2020, cuando la música del país vecino se encontraba en un estadio de reposo, algo así como la calma que precede a la tormenta.

Previo a su llegada a tierras orientales, desde LatidoBEAT conversamos con ellos sobre sus inicios, el panorama underground argentino, su vertiginoso crecimiento y el proceso en estudio.

–Comenzamos en una época bastante rara. De hecho, inicialmente éramos cinco miembros: Ariel, Ricky, Gabriel, Fran y Santi. Mauro (Bocha) se sumaría después. Empezamos a ensayar y tocar en 2019 y era una época de transición para todas las bandas de acá. Seguía muy presente todo lo que era shoegaze, synth pop y math rock, pero también ya habían comenzado a aparecer las primeras bandas contemporáneas de post punk o que hacían un indie con otra búsqueda. Este comienzo fue entonces justo en la brecha entre el underground e indie de hace seis o siete años con lo que hoy es el under actual. Queríamos hacer un tipo de música que no se realizaba por acá en ese entonces. Todos con influencias distintas que llevaban a lo mismo: patear el tablero y cambiar la impronta de lo que ya había. Había muchísimas bandas pero que al mismo tiempo sonaban similar y se volvía monótono. La idea de llevar las cosas por otro camino continúa siendo nuestro disparador.

Cada vez resuena con más fuerza que, luego de las restricciones por la pandemia, el público consumidor de música en vivo creció exponencialmente en toda la región y en particular en Argentina. Pero una distinción en el país fronterizo es que la crisis económica impedía que los jóvenes pudieran asistir a cuanto festival mediano o grande hubiese y por eso comenzaron a optar por ver bandas en centros culturales o salas pequeñas a módicos precios. Y la maravillosa casualidad es que las bandas que allí se presentaban eran una usina creativa que lograron genuinamente cautivar a los espectadores, despertando un inusual fanatismo y una narrativa mística alrededor de cada presentación del circuito.

–Después de la pandemia hay una realidad innegable y es que surgieron muchas bandas haciendo cosas realmente distintas. Fue un buen cambio y un gran disparador para otras bandas colegas nuestras que les está yendo muy bien ahora. Se logró salir de una postura estancada que había para con las bandas hace varios años.

Es preciso decir que, a partir de esta nueva etapa post pandémica, las cosas cambiarían no solo para la escena local sino también para la banda.

– Cuando se sumó Bocha puede decirse que fue nuestro cambio más importante. En verano 2021 ya había ciertas libertades en relación a las rígidas restricciones del año anteriorr. Fue allí cuando Ricky lo conoció a Mauro en una plaza de su barrio mientras paseaba al perro. Daba la casualidad que él tocaba el sintetizador y nosotros nos encontrábamos en la búsqueda de ampliar los horizontes sonoros y nos vino como anillo al dedo. Con su incorporación finalmente nos cayó la ficha de que la banda estaba formada. A fines de agosto y principios de septiembre de 2021 tocamos por primera vez después de la pandemia, que de todas formas seguía vigente. Fue en Salas Tifón (Ramos Mejía) con Socorro. Esta fecha también supuso un antes y un después porque notamos las ganas que tenía la gente de ver música en vivo ya que fue un sold out y nos sorprendimos ambas bandas.

Foto: Chiara Girimonti

Foto: Chiara Girimonti

El 2022 fue el año clave para la transformación de Winona Riders en un fenómeno local. De a poco el inconfundible logo se comenzaba a ver en más y más lugares, sus shows se convertían en auténticos rituales con energía y pogos desbordantes, y el boca-a-boca empezó a hacer de la banda uno de los nuevos mitos del underground contemporáneo. Cada una de sus fechas era simplemente el lugar donde sucedían las cosas.

A principios de 2022 veníamos tocando todos los fines de semana en fechas chiquitas, mucho Conurbano, mucha Zona Oeste. Si lo hacíamos en Capital tocábamos en antros para no más de 70 personas. Dio la casualidad que en un ciclo de Arkonte Records tocamos junto a Javi Punga y estaba allí Anabella Cartolano de Las Ligas Menores, a quien le gustó un montón nuestra música y nos invita a abrir una fecha de ellas en Club Tucumán (Quilmes) en julio de ese año. Este fue el primer puntapié que nos hizo certificar que había algo construyéndose. En esa época no teníamos mánager, las fechas las cerraban Ariel y Gabriel, y esta fue un “sí” rotundo de parte de los seis y una gran oportunidad de visibilidad para nosotros. En ese entonces justo estábamos sacando nuestros primeros materiales en plataformas. Los chicos del sello Arkonte nos invitaron a grabar en su estudio las canciones “Joel” y “Antes de que el diablo llegue a casa” y, por ende, las cosas estaban saliendo más a flote y fuimos encarando para el primer disco con las canciones que tocábamos cada fin de semana como “Dopamina”, “Abstinencia” o “D.I.E.”. Entre julio y septiembre de 2022 seguimos tocando sin parar y eso ayudó un montón… no hacerle asco a nada e ir a cualquier lugar a tocar nos sirvió un montón, más que nada en el conurbano bonaerense que la gente toma la música en vivo de otra manera, no para la historia de Instagram sino que realmente pagan la entrada para ir a ver a las bandas. Así nos conoció un montón de gente que hoy en día por ejemplo se van de una localidad a otra de Buenos Aires para vernos. Y casi al final de este período tuvimos un show en Quilmes con Las Tussi, Metadron y muchas bandas más. En base a esa fecha nos termina fichando el sello Indie Folks que es nuestro hogar hoy en día. Nos invitaron a tocar al Festival Music Wins y era una locura saber que íbamos a compartir cartel con bandas como Crumb, Metronomy o The Magnetic Fields.

Con ese cierre de película y muchas expectativas por delante comenzaron un 2023 prometedor en el que las noches no dejaron de ser efusivas y ahora vendrían con oportunidades cada vez más grandes como el Anfiteatro del Parque Centenario, la apertura a The Brian Jonestown Massacre en el Complejo Art Media, el Festival Bandera y la próxima presentación en el Primavera Sound Buenos Aires.

– Siempre se vio muy buen feedback por parte del creciente público. Por ende, siempre nos dispusimos a seguir con la nuestra y morir con la nuestra y terminó saliendo muy bien. Los frutos los vemos cuando vamos a tocar y vemos cada vez más gente. Realmente nos escuchan y se toman la molestia de viajar dos o tres horas para vernos. Cambiar de escenario y pasar de un antro a un festival masivo es algo enorme pero nuestro espíritu sigue muy fresco y tal vez no tomamos conciencia de lo que se está gestando porque tampoco sabemos muy bien que deparará el día de mañana. Tomamos dimensión en determinados momentos como cuando en el Festival Bandera en Rosario nos presentamos en un escenario de aproximadamente 40 metros y era una locura pensar que, hasta hace un año, Gabriel casi estaba pegándole a Ricky con la pandereta en la cara porque no había espacio para que entremos los seis en el escenario.

Además, por si fuera poco, este año supuso la grabación y salida de no solamente uno sino dos álbumes de estudio.

–La selección de canciones del primer disco (Esto es lo que Obtenés cuando te Cansas de lo que Ya Obtuviste) fue bastante por inercia porque eran las canciones que había y que veníamos tocando. Una vez que lo grabamos y terminamos, instantáneamente comenzamos a producir este segundo disco con temas que fuimos incorporando de manera permanente al setlist en vivo como "Revolver" y "Dorado y Púrpura". La mayoría fueron demos que Ari (Mirabal) preparaba en su casa y en los ensayos le fuimos dando forma entre los seis. Estuvimos todo este año arreglando las canciones y trabajando en sus estructuras. A fines de agosto entramos a Estudio Panda a grabarlo finalmente. Fue un proceso bastante express pero increíble. Las canciones siguen el estilo Winona pero el audio tiene otra fidelidad.

En este clima de euforia y crecimiento a pasos agigantados es que llegan a Uruguay a brindar una dosis de la nueva revolución sonora que despierta amores y odios –todo menos indiferencia– en tierra vecina.

“El 11 en Montevideo vamos a estar presentando nuestro nuevo disco ‘El sonido del éxtasis’. Vamos a hacer clásicos también pero la idea fundamental es presentar el material nuevo", concluyen desde la banda. Y ya armar las cosas para preparar el desembarco en la bahía de la capital uruguaya.

Por María Road