Por Pancho Pastori de Casa Arbus | @casaarbus

Ximena Borrazás eligió el camino de visibilizar historias que nos interpelan como individuos, pero también como sociedad. Ese camino que eligieron muchos otros y otras, que no casualmente aparecen entre sus referentes al momento de ser consultada por ellos.

Desde momentos muy tempranos, en la corta historia de la fotografía, se registraron las guerras y miserias del mundo, pero no fue hasta que la herramienta se simplificó y democratizó que el registro fue más crudo y fiel a la realidad, con las limitantes que tiene el medio para esa fidelidad que le es imposible.

Las coberturas fotográficas no encargadas por partes interesadas en los conflictos armados son las que mostraron otras caras menos romantizadas de los mismos, y eso abrió la puerta a múltiples debates y nuevas formas de entenderlos. En esa misma línea es que Xime decide, por ejemplo, ir por su cuenta a Ucrania y mostrar lo que está pasando de primera mano.

Nota para el lector: no quiere decir que tu posteo contra la guerra, que hiciste desde el sofá de tu casa sea menos importante, pero aceptemos que es un poco menos jugado.

La adrenalina y el compromiso que mueven a este tipo de fotógrafas es algo que un fotógrafo comercial como yo no puede comprender, pero sí al menos puede agradecer que existan y se la jueguen por mostrar un poco de las barbaridades que hacemos como sociedad.

Foto: Ximena Borrazás

Recuerdo cuando conocí a Xime, en un curso de Casa Arbus, y me dijo que le gustaba la fotografía de paisaje. Al poco tiempo se había ido a Barcelona a seguir estudiando y me mandó unos retratos que estaba haciendo a personas sin techo de un barrio de Barcelona. Era parte de su primer proyecto importante, “Los fantasmas del Gótico”.

Luego de retratarlos hizo una campaña para juntar fondos para poder llevarles una canasta de alimentos para las fiestas, lo logró y recorrió el barrió para encontrarlos nuevamente. Ahí creo que se empezaba a ver que no era una intención banal la que la movía, sino que estaba dispuesta a comprometerse con lo que hacía.

Al día de hoy, ha colaborado con medios internacionales como National Geographic, The Guardian, BBC, CNN, Le Monde, Al Jazeera y creó junto a tres colegas The Speaker, medio documental que apuesta a la narración de historias que no tienen lugar en los grandes medios. Alcanza con leer la respuesta sobre su foto más significativa para darnos cuenta que no es para cualquiera lo que ella hace. Si buscan un poco en su Instagram, verán la foto. Yo lo hice y me costó el simple hecho de verla. No quiero suponer lo que es realizarla y enfrentarse a esas situaciones.

Supongo que a Xime le siguen gustando los paisajes, pero puedo asegurar que ahora le gustan muchos los retratos, que los hace de maravilla y que está dejando el cuerpo en ellos.

¿Cómo empezaste en la fotografía y qué te inspiró a seguir este camino?

Foto: Ximena Borrazás

La fotografía siempre formó parte de mi vida de una manera u otra. Siempre fui la que sacaba fotos en las vacaciones con amigas o que incluso llevaba una cámara al boliche, pero nunca me lo había imaginado como una opción a nivel profesional. En el año 2018, luego de volver del viaje de Ciencias Económicas entendí que no me sentía feliz con nada de lo que estaba construyendo, que no me sentía orgullosa de quién era así que decidí probar camino en la fotografía. Me compré una cámara mega básica con muchísimo esfuerzo y me apunté en Casa Arbus con la intención de saber utilizarla, pero esa curiosidad inicial fue a más. En 2019 me mudé a Barcelona para continuar mis estudios fotográficos y aquí estoy, cinco años más tarde, persiguiendo el sueño de ser corresponsal y stinger de guerra.

¿Cómo definirías tu estilo fotográfico y por qué?

Periodístico / documental. Las temáticas que suelo cubrir son periodísticas, pero intento profundizar en ellas todo lo que puedo y esto hace que pasen de ser meramente informativas a algo con más recorrido, lo que lo convierte en documental.

¿Cómo elegís tus sujetos o temas?

Elijo temas que me muevan como ser humano, que calen profundo en mi corazón, temas de los que pueda aprender y aprender y aprender. No solo a ser una mejor periodista, sino a ser una mejor persona.

¿Cuál consideras que es tu proyecto/foto más significativo hasta ahora y por qué?

Es muy complicado elegir porque todos los temas que hice y que hago los quiero muchísimo, pero si tuviera que decantarme por una foto creo que sería la de Eskedar Hailu, una niña etíope cuya mamá fue violada por varios militares durante la guerra del Tigray. La menor comenzó a gritar para pedir ayuda y, como represalia, los hombres decidieron apuñalarla y tirarle agua hirviendo en su pecho. Como fruto de esto tiene una enorme cicatriz, además de obvios daños psicológicos.

Foto: Ximena Borrazás

¿Cómo influyen tus experiencias personales en tu trabajo fotográfico?

Mucho, mis experiencias personales influyen en mi trabajo y viceversa. Cuando trabajás contando historias, sea la circunstancia que sea, creo yo que es imposible que esto no influya en tu vida personal. En mi caso es bastante notorio porque, por ejemplo, estar en Zaporiyia, Ucrania, hacerle fotos a un cadáver de un niño de 18 años y escuchar la historia de su padre destrozado fuera de la morgue contando que era su último día de vacaciones, que al otro día comenzaba la universidad y que pisó una mina y se murió, evidentemente, me afecta, me hace ver la vida de otra manera.

¿Qué fotógrafos/as o artistas influyen en tu trabajo?

¡Muchos! Gerda Taro, Robert Capa, Sebastiao Salgado, Emilio Morenatti, Manu Brabo, Lynsey Addario, Cristina García Rodero, Santi Palacios, Rodrigo Abd, Evgeniy Maloletka, Fatima Shabir y muchísimos más.

¿Cómo es tu proceso creativo, desde la idea hasta la captura final (o finalización del proyecto)?

Identificar un tema que quiero cubrir, ya sea porque es breaking news o porque justamente nadie lo está cubriendo como la guerra del Tigray, informarme sobre la situación actual, sobre lo que pasó, informarme dónde están los frentes, qué temas puedo tratar, cómo acceder a esos temas, buscar fixer, intérprete, hospedajes, etc. y mandarme nomás.

¿Cómo manejás los desafíos técnicos o creativos en tus proyectos/fotos?

Improvisando sobre la marcha. Me acuerdo en el terremoto de Marruecos estaba con un doble encargo, uno para SOPA, la agencia con la que suelo colaborar, y otro para CNN. 

Tuve que ir a un pueblo que se llama Moulay Brahim a buscar una historia y, a la vuelta, por la carretera que iba bordeando la ladera del Atlas marroquí una piedra cayó encima de un coche y mató a una persona, cuestión que nos quedamos 4 horas trancados y sin señal.

Yo tenía que enviar sí o sí el material a CNN porque lo necesitaban ya, pero no podía ni salir del lugar ni conseguir señal, así que decidí salir del auto con la laptop en la mano, levanté la mano para ver si conseguía señal y empecé a caminar al lado de los autos a medida que estos avanzaban a paso de hombre, finalmente conseguí señal y pude mandar el material.

Foto: Ximena Borrazás

Más allá de lo que hagas habitualmente, ¿preferís trabajar con luz natural o artificial y por qué?

Luz natural, toda la vida. Para temas periodísticos o documentales la luz artificial para mí no debería ser aceptada porque, al final, estás modificando de alguna manera la realidad que ves.

¿Cómo seleccionas las imágenes que exhibís o que forman parte de un proyecto?

Intento hacer un mix entre planos abiertos, que den una idea del contexto, del entorno, con retratos y planos detalle.

 ¿Qué equipo fotográfico es esencial para vos y por qué?

Una cámara y un lente todo terreno (un 24/28- 70) lo más luminoso posible. Porque con un solo objetivo te podés adaptar a cualquier circunstancia. En el tipo de coberturas que hago yo muchas veces no hay tiempo para cambiar la lente, por lo que necesitas algo versátil.

¿Cómo ves el futuro de la imagen en tiempos de inteligencia artificial?

Bueno, eso dependerá de cuán permisivos seamos nosotros como profesionales, tanto agencias de noticias como periódicos, marcas, etc.

Foto: Ximena Borrazás

¿Qué foto icónica de la historia te hubiera gustado hacer a vos?

La fotografía que le dio a Manu Brabo el Pulitzer; la del padre con su niño muerto en brazos en Alepo, Siria. 

¿Cómo consideras que la fotografía puede influir en la cultura y la sociedad?  

Muchísimo. Sin fotoperiodismo, por ejemplo, no tendríamos imágenes de guerras, de migraciones, de hambrunas y, en la sociedad en la que vivimos hoy, una imagen vale más que mil palabras. Si no hay pruebas visuales de algo pareciera ser que nunca existió. 

¿Cómo influyó la fotografía en tu vida?  

Muchísimo, mi vida dio un giro de 180º.

¿Tenés algún proyecto futuro o meta que te gustaría alcanzar en la fotografía?

Convertir a The Speaker en un referente de periodismo de largo recorrido en cuestiones bélicas, humanitarias y de migración.

¿Qué foto te queda aún por sacar?  

La mejor, aún no la hice.