Javier Noceti, el fotógrafo, y yo llegamos al lugar de la entrevista, a la hora pactada. Camila Bustillo (CB), guitarrista de Niña Lobo, nos recibió en su casa, junto a tres de sus compañeras de banda: Camila Rodríguez (CR) —cantante y guitarrista—, Isabel Palomeque (IP) —bajista— y Andrea Chane Pérez (AP) —tecladista—; la baterista, Julia Guerriero, no pudo estar por complicaciones con su trabajo.

Mientras el fotógrafo hacía su trabajo, yo repasaba las preguntas una última vez y leía las anotaciones que me había dejado sobre la trayectoria de la banda. Desde enero de 2019, cuando se formaron como tal, ganaron dos premios Graffiti, sacaron dos EP, participaron en diversos festivales —Pilsen Rock y Montevideo Rock, por ejemplo—. Más acá en el tiempo, en diciembre de 2021, lanzaron su primer álbum, Lo que duró la vida de alguien, y tan solo unos días después abrieron para No Te Va Gustar en el estadio Centenario. Según Spotify, tienen un poco más de 18.500 oyentes mensuales y más de 5.500 seguidores.

Javier terminó con las fotos. Camila B encerró a su gata, Lupe, para que no estuviera en la conversación. Ellas se sentaron en el sillón, yo me arrimé una silla y prendí el grabador.

¿Qué evaluación hacen del momento actual de la banda?

A Isabel le pareció “graciosa” la palabra evaluación. Las demás rieron.

(AP): Es como el primer momento de haber atravesado la locura que fueron estos tres años. Entonces yo siento que es como un grado de estabilidad o de madurez de la banda. Después del primer disco, de tocar más —porque nos agarró la pandemia también, fue como empezar y enseguida tener que parar—, ahora yo lo siento como un momento estable.

(CR): Estuvimos tres años sin realmente parar ni una semana. Eso nos dio mucha reflexión individual de cada una que ahora, retomando un poco el año, dio un poco más de claridad por primera vez de cuáles son los objetivos que queremos, hacia dónde queremos ir más con el proyecto… Obviamente que también son épocas de mucha incertidumbre para la cultura —por la pandemia— y siempre está como ese margen que es inevitable. Pero teniendo eso en cuenta, es la primera vez que podemos armar realmente un esquema del año, habiendo sacado el disco y proyectar este año basado en eso. Poder tocar el disco en vivo y salir a tocar, que es algo que no hemos podido hacer tanto.

¿Se consideran una banda indie?

(AP): ¿Qué se define como indie?

(CR): Lo que pasa que está el indie como género conceptual y el indie como concepto. 

(IP): Como movida, claro.

(CB): ¿El indie como do it yourself o como un género musical?

Yo lo pienso o como género musical o como aspecto comercial.

(IP): Para mí, sí. Porque no tenemos la forma que hoy es realmente lo mainstream y lo comercial. En nuestra forma de comunicarnos con la gente, la música que hacemos, yo creo que seguimos siendo indie.

(CB): Estamos y vivimos en un punto medio.

(IP): Creo que ya no somos under. Eso ya no.

(CR): Hoy en día, todo el rock es un poco under [ríe].

(IP): En Uruguay.

(CB): Sí, pero dentro del espectro de Uruguay, digamos. A veces siento que somos… Como un poco un pez grande en la parte chica del lago, pero un pez muy chiquito cuando estamos entre peces muy grandes. Es una metáfora medio cualquiera. Si ves a bandas del under es cierto que tenemos más visibilidad, pero comparado con los grandes estamos y nos movemos…

(IP y AP): Lejos.

(IP): También es por las oportunidades que se dieron. Si no hubiera estado el Pilsen Rock, el Montevideo Rock, se hubiera armado un circuito de under del que hubiéramos participado sin duda, pero no hubo chance de que eso pasara. No había toques, no había movidas, estuvimos donde se pudo. Justo se dio que era con La Vela Puerca y No Te Va Gustar [ríe], pero fueron las circunstancias más que nosotras como banda tratando de ajustarnos a eso.

Javier Noceti.

¿Creen que estas circunstancias las impulsaron un poco más hacia ese camino?

(AP): Claro, es también tomar oportunidades. Se presentaron oportunidades y hemos tenido la suerte de tocar más mainstream, por decirlo de una forma, con una estructura un poco más establecida; es como dice Isa, capaz que si no hubiese pasado la pandemia hubiésemos tenido la chance de participar más de lo under, de los toques como más autogestionados que fue lo que no se dio.

Si piensan en la metáfora de los peces que dijo Camila B, ¿por qué parte del lago quieren nadar ustedes?

Rieron. “Yo creo que por nuestra parte”, dijo Camila R, y las demás asintieron. Ella luego profundizó con que esa realidad es lo que “hace a la identidad” que tienen como banda.

Entre pregunta y respuesta, la gata maullaba desde otro cuarto y, a veces, ellas reaccionaban. “No puedo con Lupe llorando, perdón”, dijo en un momento Chane, entre risas.

A medida que la entrevista avanzaba, ellas se manejaban con más soltura y algo me llamó la atención: en un momento dejaron de responderme a mí directamente. Conversaban entre sí, muchas veces sin mirarme, como si mis preguntas fueran un disparador para que reflexionaran y dialogaran. Hablaban una arriba de la otra e ignoraban un poco mi presencia. Otras veces me incluían, pero por la mayor parte de los 40 minutos que estuvimos allí sentados yo era un espectador de su tertulia.

Hablemos de Lo que duró la vida de alguien. ¿Qué sienten ustedes en relación con este álbum?

(AP): La banda sufrió un proceso de introspección y autodescubrimiento porque fue lo que a nosotras nos pasó.

(CR): Las cinco estamos muy orgullosas del trabajo que hicimos juntas. La verdad que no lo hemos hablado, pero —de las cosas que hemos conversado así, sueltas— realmente sentimos que somos conscientes de que trabajamos un montón para que el disco tenga el resultado que nosotras queríamos para poder sentir que es nuestro, que es un reflejo de nuestra identidad como grupo, que realmente lo intentamos hacer de la forma más honesta… Quedamos súper conformes y orgullosas.

Terminamos de entender cuál es nuestra identidad en términos más de las letras y el tono…

(AP): …Y las voces, para mí. Crecieron pila también.

(CR): Siento que permitió que cada una pudiera madurar en su instrumento y en su forma.

(CB): Es una cosa que se hizo en el correr de dos años. Lo que pueden crecer personas en sus 20 en un lapso de dos años… Muchas cosas pasaron. En medio de la pandemia también.

Camila liberó a Lupe de su encierro y la gata se integró al grupo. Se pasaría el resto de la entrevista paseando por el living, buscando caricias por donde pudiera conseguirlas.

Acto seguido, Camila B expresó que el álbum era "un viaje emocional” de escuchar. “Atravesabas el disco y salías agotada de ahí”, dijo.

Seguimos conversando. Me hablaron de la narrativa del disco, de por qué tuvieron que dejar canciones afuera y hasta me confesaron sus favoritas. “Amiga” es la de Chane, porque le “llega al alma” y la hace sentir “contenida”; la de Camila R, “La vida de alguien”, principalmente porque lo considera el tema que “unifica” al disco; Camila B tiene un cariño especial por “Ser el mundo”. “¡Es re emo, por eso me encanta!”, le decía entre risas a sus compañeras. A su entender es de las canciones donde “la música transmite el aspecto más emotivo”, lo que le parece “hermoso”. Por otro lado, la canción favorita de Isabel, “en el sentido de lo nuevo” y cómo se propusieron “algo totalmente distinto” es “Natalie P.”, en honor a la actriz Portman. “Fue como que dijimos ‘che, se nos está yendo, pero seguimos, ya fue’, abre otros caminos”, contó.

Lupe se me acercó. La acaricié en la cabeza y continué con el cuestionario.

¿Qué significa ser mujer en la música?

(AP): Tiene más que ver con romper con lo que tiene que ver con ser mujer en la vida, que es poder vivir tu vida sin ciertos estigmas. Si bien hoy por suerte estamos en una época de mucha transformación, donde hay más visibilidad y se ha progresado, a nivel interno siempre está el estigma acechando.

(IP): Interno y externo, al momento que se te presentan barreras que te das cuenta que tienen que ver con ser mujer más que otra cosa. O sea, es algo que siempre nos planteamos nosotras y lo hablamos desde que se formó la banda…

(CB): Perdón, ¿puedo decir algo polémico?

Camila interrumpió a las demás; ellas le responden que sí, pero que tenga cuidado con lo que diga. Yo quedé expectante, intentando descifrar por dónde podría llevar su intervención.

(CB): Ser mujer es que me pregunten qué es ser mujer en una entrevista.

La mandó guardar. “Era de guion”, le respondí, a la vez que pensaba en cuánta razón tenía.

¿Buscan plasmar esta visión en sus canciones?

(CR): Hay artistas que deciden manifestar de forma más o menos explícita su lugar y el lugar que ocupan, sus roles, etc. Nosotras estamos atravesadas por eso porque es parte de nuestra identidad, es parte de un pasado colectivo como mujeres…

(AP): Por ejemplo, una persona afrodescendiente que decide hacer de su lucha personal parte de su arte, hay gente que decide eso, creo que nosotras no. A nivel artístico.

(CR): A nivel explícito, porque muchas veces siento que lucho en mi día a día. El feminismo enmarca mi cotidianeidad, entonces inevitablemente va a marcar mi identidad como artista y mi trabajo.

Niña Lobo. Foto cedida a Montevideo Portal.

La conversación derivó en qué tiene pensado Niña Lobo para este 2022. En primera instancia, van a tocar no solo con uno de sus ídolos, sino un artista que las cinco definen como influyente para el sonido de la banda.

¿Qué expectativas tienen para el toque con Él Mató a un Policía Motorizado el próximo 16 de marzo?

(IP): Literalmente lo estamos soñando desde hace dos años y cada vez que va a ser no pasa. Él Mató es la banda que más estuvimos de acuerdo todas en que es un referente. Es un Teatro de Verano con ellos.

Es un momento de presión, estamos un poco viendo qué hacemos en ensayos y eso, pero toda la energía está puesta para eso.

(CR): Para ese show en el Teatro de Verano tenemos ganas de hacer más temas nuevos y eso de poder empezar de a poquito antes de la presentación oficial del disco, que también es algo que vamos a hacer, empezar a meter más temas del álbum.

¿Y pensando más allá de esa fecha?

(CR): Queremos poder salir. Quizás ir a Argentina, es un objetivo que tenemos bastante presente.

(AP): Salimos de grabar, ahora es tocar, lo más que se pueda. Todo tipo de toque, de cualquier característica, cualquier escenario…

(CB): Nosotros abriendo en plazas, bares…

(CR): Antros…

(AP): Claro, todo.

(IP): En lo posible tocar en un lugar donde haya gente disfrutando toques como antes de la pandemia. Cerveza volando, pogo…

(CB): Gente acumulada… Como que cuando nos tocó a nosotras tener un salto de visibilidad, se paró con esto de que había que tocar con aforo y con la gente sentada, entonces en realidad nunca llegamos a tener la experiencia de llenar un lugar nosotras sin aforo. Eso es un viaje, un debe.

En principio, Niña Lobo va a estar en el Teatro de Verano junto a Él Mató, en un espectáculo que aún tiene entradas disponibles, a la venta en Abitab. Después, quién sabe; pero no hay duda de que este año se subirán a cuanto escenario puedan.

Ellas buscan aprovechar las oportunidades que les surgen y “estar a la altura”. No importa qué tipo de toque sea. Festivales, No Te Va Gustar, Él Mató, Argentina, plazas, bares, antros… Lo que importa es la música. Su música.

Cuando hablaban de volver a tocar en vivo, sentí que lo hacían con la misma adrenalina que recuerdo que tenían sobre el escenario del Centenario. Al escucharlas tocar o hablando de lo mucho que quieren presentarse, sin importar dónde sea, la energía que transmiten te da ganas de escucharlas, como sea.