La Marabunta de Narcisa Hirsch, un experimento que marcó un punto de inflexión para el cine experimental de Latinoamérica. Los tres IPhone 5s que usó Sean Baker para grabar Tangerine y que, de alguna manera u otra, lo llevaron a una Palma de Oro por Anora en el Festival de Cannes este año. Alejarse de lo estipulado y, así, crear algo nuevo. Marcar el camino para los que siguen. 

Un pequeño Santiago Motorizado que escuchaba Talking Heads y que nada sabía sobre un disco tributo a la banda que incluiría a su banda. El amor de David Byrne por este continente al sur del mundo. Ser abogado, streamer, y -¿por qué no?- escritor, en el caso de Tomás Rebord y sus comentarios al Náucrato. 

Las canciones que acompañan nuestras notas semanales en las historias de Instagram ayudan a desentrañar todo esto. Los caminos y elucubraciones que la cultura toma, terca y azarosa, y cuyas huellas le facilitan el camino a todo aquel que se atreva a caminarlo. 

Narcisa Hirsch, la mujer que se convirtió en pionera del cine experimental argentino

Hasta su último día de vida, el pasado 4 de mayo, se erigió como una figura seminal en el ámbito del cine experimental latinoamericano. Su vasta obra, que abarca desde la década de 1960 hasta la actualidad, desafió las convenciones narrativas tradicionales y abrió nuevas fronteras en la expresión artística. A través de su carrera, Hirsch ha tejido una narrativa visual única que la sitúa como una pionera del cine de vanguardia en América Latina.

Sonaron "Extraordinary Machine" de Fiona Apple, "Break On Through (To The Other Side" de The Doors y "My Iron Lung" de Radiohead.