La autora de El tiempo entre costuras presentó Por si un día volvemos y habló con Montevideo Portal sobre migración, memoria y literatura. .
La autora de El tiempo entre costuras presentó Por si un día volvemos y habló con Montevideo Portal sobre migración, memoria y literatura.
La autora de El tiempo entre costuras regresa con Por si un día volvemos, una novela intensa que recorre la vida de Cecilia Belmonte, una joven emigrante española que, en la Argelia de los años veinte, debe forjar su destino entre penurias, afectos y supervivencia.
Dueñas dialogó en profundidad con Montevideo Portal sobre su proceso creativo, los ecos de la emigración de ayer y de hoy, y la construcción de un personaje que, según sus propias palabras, “representa a tantas mujeres anónimas que tuvieron que reinventarse lejos de su tierra”.
¿Cómo surge Cecilia y el hecho de saber que va a contar 30 años de su vida junto a 30 años de historia?
Cecilia surge porque quería escribir sobre la emigración española a Argelia. Fueron cientos de miles los que emigraron, y me interesaba especialmente la vida de aquellas mujeres que también viajaron, muchas veces en familia o solas. Quisé meterme en la piel de una de ellas, una mujer que huía de algo y que se tenía que abrir paso en un entorno nuevo. Creo que aquel mundo estaba lleno de "cecilias", personas que venían de la nada, pasaban calamidades, eran abusadas, y poco a poco progresaban.
Cecilia nunca está del todo sola. Tiene una red de apoyo sólida, sobre todo de otras mujeres. ¿Esto lo habías planificado desde el inicio o surgió a medida que escribías?
Parte estaba planificada. Yo suelo estructurar bastante antes de escribir el primer capítulo: trazo una línea recta por donde quiero que vayan las historias, con quienes quiero que se encuentren y qué acontecimientos históricos van a cruzar. Pero es cierto que al escribir surgen cosas inesperadas, personajes nuevos, situaciones que no había previsto. A veces el personaje se desvía, luego vuelve al cauce principal, pero en esos desbordes aparecen personajes y matices que enriquecen la historia.
La novela tiene un fuerte sustento histórico. ¿Te llevó mucha investigación?
Muchísima. Son etapas muy absorbentes de la historia, y me gusta documentarme de forma intensa y amplia. La investigación me resulta fascinante: abre mil puertas y ayuda a mover a los personajes por mundos nuevos. Siempre tengo que obligarme a frenar la documentación para seguir escribiendo ficción, porque podría quedarme inmersa en esa fase indefinidamente. Con "Por si un día volvemos" descubrí historias personales que, aunque no aparezcan directamente en la novela, alimentaron la humanidad de la ficción.
Cecilia es una heroína, pero no idealizada: comete errores, sobrevive como puede, como la mayoría de nosotras ¿Cómo construiste sus virtudes y defectos?
Partí de un esquema básico de cómo quería que fuera, pero luego, al ponerla en movimiento, el personaje casi camina solo. Tenía claro que no quería una chica dulce, pobrecita. Quisé una mujer con el alma dura, porque las tribulaciones de su vida la van endureciendo. No quería edulcorarla: quería que ganara solidez, códigos morales propios, que madurara a lo largo de esos treinta años. Y aún así, que conservara una ternura de fondo que la hiciera humana.
En su relación con los hombres, Cecilia es apasionada pero realista. Sabe que algunos amores están condenados, pero aun así se arriesga.
Ella es muy genuina. No es estratega. Se implica sabiendo que esos amores quizá no tengan futuro, pero se lanza igual. Es temperamental, de verdad. Y aunque comete actos discutibles, como robar o matar involuntariamente, en el fondo es noble. Su necesidad de sobrevivir la lleva a decisiones duras, pero nunca pierde cierta íntegra dignidad.

Editorial Planeta
Hablás del tema migratorio. La novela refleja la historia de los españoles emigrando, pero también interpela a la actualidad, ¿no?
Absolutamente. La emigración de hoy también es dura. Hay un egoísmo grande en nuestras sociedades. Se nos olvida que también fuimos emigrantes. Y no todos los emigrantes triunfan: algunos prosperan, pero la mayoría vive como puede. Cecilia representa esas vidas de lucha, esfuerzo, y muchas veces frustración. Es importante recordar de dónde venimos, especialmente en épocas donde algunos prefieren cerrar puertas en lugar de tenderlas.
Se siente en el libro ese paralelismo entre las grandes migraciones de ayer y las de hoy.
Totalmente. No hay una única historia migrante. Cada persona lleva consigo sus sueños, sus derrotas, sus pequeños triunfos. Y muchas veces el éxito es simplemente sobrevivir dignamente, no siempre "hacer fortuna". Cecilia sufre, resiste, se reinventa; como tantos otros.
¿Sentiste presión al crear un personaje nuevo después del éxito de otros como Sira?
No. Para mí Cecilia es un personaje completamente distinto. Aunque tengan algo en común —momento histórico, juventud—, su esencia es otra. Cada novela es como una burbuja: cada personaje tiene su propio "apartamento" dentro de mí. No los mezclo, no los comparo. Y eso me libera para crear con autenticidad.
Decidiste venir primero a América Latina a presentar el libro, ¿por qué?
Porque sé que tengo aquí un público lector que me da muchísima alegría. Me encanta la espontaneidad y la calidez con la que me reciben. Además, coincide que hay ferias importantes como las de Bogotá, Uruguay y Chile. Aprovecho para disfrutar, porque aquí los encuentros son más cercanos, las entrevistas son más largas, se genera otro vínculo. Y porque cada vez que vengo, siento un afecto muy especial, sincero, que no siempre se da de forma tan intensa en otros lugares.
¿Cómo fueron estos primeros encuentros con los lectores de Por si un día volvemos?
Muchísimas ganas, muchísima espera. Eso emociona. Saber que siguen ahí, libro tras libro, año tras año, es un regalo que agradezco de corazón. Y también siento que aquí los lectores se sinceran más: me cuentan cómo los personajes les tocan, cómo se ven reflejados en las historias, cómo sienten empatía por Cecilia. Esa devolución humana es impagable.
Por si un día volvemos, de María Dueñas, está publicado por Planeta y ya se encuentra disponible en librerías.
El libro

Editorial Planeta
Orán. Años 20, siglo xx. En esta ciudad africana de origen árabe, pulso español y administración francesa desembarca una joven con el falso nombre de Cecilia Belmonte. En apariencia, ha cruzado el Mediterráneo para escapar de la miseria, como tantos compatriotas. Su razón, sin embargo, es más turbia.
La urgencia por sobrevivir la obliga a dejarse la piel en plantaciones y lavaderos, como empleada doméstica y operaria de fábrica a destajo. Hasta que una madrugada, en la tabaquera Bastos, participa en un delito por el que paga con su sometimiento a un hombre despreciable. Su entereza será lo que la libere y le aporte el coraje para rehacerse y emprender un camino en ascenso, repleto de quiebros, logros y desafíos a lo largo de tres décadas vibrantes.
Esta es la historia de una mujer que vivió el auge colonial y el trágico fin de la Argelia francesa. Y, en paralelo, sus páginas rescatan la memoria de los desconocidos pieds-noirs españoles que, arrastrados por la emigración y el exilio, formaron parte de aquel mundo.
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