Documento sin título
Contenido creado por Manuel Serra
Historias
Descargas cretinas #8

Sebastián Teysera, modo retrete: “Sufro cuando los boliches cierran y odio cuando cambian”

En la última entrega de esta primera temporada del ciclo, el “Enano” de la Vela se abrió en una charla a pleno cubículo y watercloss.

22.12.2023 12:06

Lectura: 7'

2023-12-22T12:06:00-03:00
Compartir en

Por La Cretina
@lacretinacasa

Entrevista por Martín Inca | @inca_martin

La idea del ciclo Descargas Cretinas –o Modo Retrete, como lo dio por llamar la gente– surgió donde debía salir: en el propio bar de La Cretina tras algunas reuniones. Teníamos una alianza, pero que no estábamos aprovechando lo mejor posible. Entonces, ¿cómo podíamos hacer? No podía ser cualquier cosa, obviamente. Tenía que ser algo cretino. Luego de algunas tertulias, finalmente, se prendió la lamparita: ¿qué es una de las cosas más representativas del bar? El baño, sin dudas. La conclusión fue general: hagamos entrevistas en el lavabo. De cubículo a cubículo.

En este tiempo, que ya vienen siendo varios meses, logramos que diferentes personas pasaran a dejar su palabra por el cuarto de los watercloss. Al principio, teníamos miedo de que a la gente le diera “pudor” –por llamarlo de alguna manera– exponerse en un lugar así. Y puede que, al comienzo, fuera verdad y más de uno tuviera sus suspicacias. Sin embargo, cuando la bola empezó a rodar nadie la pudo parar y ya hasta empezaron a escribirnos para visitarnos al toilette del teatro y boliche.

De esta forma, no queda más que agradecer a Tabaré Rivero, el pionero –como también lo fue con su música en nuestro país– en animarse a tirarse al agua y dar la primera entrevista. Después, le siguieron personajes de distintas áreas. Mujeres exitosas en sus rubros: como la periodista Sofía Romano y la argentina María Road, colaboradora de LatidoBEAT y experta en bares y backstages del under porteño. Vino también Salvador Banchero, reconocido comunicador –y pensador, ¿se puede decir?–, que no dudó en decir que sí. O, a su vez, desde la vecina orilla vino Leo de Cecco, histórico miembro de Attaque 77 y dueño el bar Strummer. Y tuvimos, por otro lado, a algunos de propios miembros del equipo detrás del ciclo: Federico Guerra, teatrero, actor y dueño de la propia Cretina, que este año festejó cinco años y esa fue la excusa de la charla, y Manuel Serra, el propio editor responsable de LatidoBEAT, que fue invitado a causa del festejo de la segunda cesárea del magazine cultural. No obstante esto, y como no podía ser de otra forma, dejamos el plato más fuerte para la última entrega de esta primera entrega: nada más ni nada menos que el señor Sebastián Teysera. Gracias a todos por meterse en el baño con nosotros. Sin más, la nota retrete con el Enano de La Vela Puerca.

En la penumbra de los baños de La Cretina, espacio mítico donde los muros parecen vibrar al ritmo de la música y las frases que pueblan sus paredes, en donde descansan, también, muchas de las conversaciones clandestinas que allí suceden, se gesta una entrevista que promete mucha reflexión.

El epicentro de esta charla es Sebastián Teysera, el alma detrás de La Vela Puerca, mítica banda de Uruguay –y la región, ya podemos decir hoy–, que hace casi 30 años surgía, justamente, tocando en un bar, aquel recordado 24 de diciembre de 1995.  

Al sumergirse en la atmósfera íntima de los baños cretinosos, este encuentro pareciera ser más que una simple conversación: es, más bien, una especie de viaje a través de reflexiones personales y en un lugar poco convencional. En este espacio, donde las paredes resuenan con las confesiones de la noche, el popular Enano se prepara para abrirse a una nueva charla de cubículo y watercloss.

Así, nos sumergimos en sus creencias, temas como la vida y la muerte o su cosmogonía, y el abismo de la mente creativa de este tal Teysera, donde la magia de La Vela Puerca se revela como un reflejo fiel de la vida, las pasiones y la autenticidad en estado puro.

Foto: Federico Lindner

Foto: Federico Lindner

¿Qué tipo de relación tuviste y tenés con los boliches?

Siempre tuve una relación hermosa con los boliches. Hoy en día, sigo teniendo la misma, pero con menos asiduidad. Fueron y son mi refugio, sea buscando la soledad deseada para pensar, leer o escribir, o buscando compañía para no estar solo.

También siempre fui fiel a los boliches que me adoptaron y llegar a ser parte de su idiosincracia siempre fue un regalo. Sufro cuando cierran y odio cuando cambian.

¿Existe alguna conexión entre la música rock y los baños de los bares?

Yo creo que lo que existe es una imagen romántica del rockero y el baño de un bar de rock. Los dos suelen estar sucios y oler mal, ¿quién no imagino alguna vez entrar al baño del CBGB o el del Max´s  y mientras meabas te pareció escuchar a Lou Reed y a Iggy pop hablando pestes de Bowie? Creo que lo más cerca que estuve de esa imagen fue en el baño de Juntacadáveres [N. del E:. histórico bar del rock uruguayo, ubicado en Paullier y Rivera, que abrió entre los años 1991 y 1994] y no pienso decirte lo que escuché.

En general, ¿en qué encontrás inspiración para escribir canciones?

A mí me gusta escribir sobre lo que me toca vivir y de cómo me afecta coexistir con lo que me rodea.

Hablando de inspiración, ¿alguna vez se te ocurrió una canción o tuviste una manifestación creativa en un baño de bar?

Siendo sincero, te tengo que decir que no. O que, por lo menos, yo no recuerdo. Seguramente se me haya ocurrido alguna melodía, pero como suele pasar en el baño de un bar: se me escapó cuando tiré de la cisterna.

¿Se puede charlar de todo en un baño de un bar o hay temas que no se pueden hablar?

Se puede charlar de absolutamente todo. Es más, te diría que el baño de un bar es el lugar más idóneo para hacerlo porque al otro día nadie se acuerda de nada, y si te acordás de una charla en un baño de un bar, no te la olvidás en toda tu vida.

¿La vida tiene algún tipo de sentido?

Para mí, la vida tiene todos los tipos de sentido que tu tengas la valentía de querer darle. De eso se trata.

La muerte es otro tema muy recurrente en canciones y la cultura en general, ¿pensás en ella?

Claro que pienso en ella. Y me encanta decirle que forma parte de mi vida.

¿Creés que hay algo luego de la muerte?

No, el ser humano siempre le ha querido ganar a la muerte. Pensar que hay algo después es un invento típico de “el que no la gana, la empata”.

¿Tenés alguna creencia espiritual o religiosa?

Religiosa seguro que no, y al espíritu como entidad abstracta me gusta atribuirle la capacidad de sentir. Así que creo que siempre hay que darse motivos para no dejar de hacerlo.

¿Esos pensamientos influyen en tus creaciones como artista?

La verdad que no creo que mis creaciones vengan por ese estadio. Lo mío intenta ser algo más filosófico.

Estamos en La Cretina, ¿qué entendés por ser un cretino, tanto en la vida en general como en la música?

Para mí, un cretino o cretina es la persona que siempre va contra toda la corriente, pero sin ningún fundamento. O sea, un incordio que, transformado en bar, pasa a ser muy divertido.

En la historia del rock hay muchas leyendas o historias sobre momentos épicos ocurridos en los baños de los bares. ¿Tenés alguna anécdota que puedas compartir sobre un momento así?

Sí, ¡Beck es mas petiso que yo! Fue una de las veces que tocamos en el festival Hurricane en Alemania y con Santi Butler estábamos meando en los meaderos de pared. En un momento dado, se abre la puerta y entra Beck. Se puso a mear al lado nuestro y, entre risas, pensé: “qué chiquito y qué grande que es”.

Ahora te invitamos a dejar un mensaje en las paredes, para que la gente, aparte de escucharte, pueda buscarte y leerte también en este baño.

El verdadero circulo se cierra cuando meás y tomás cerveza al mismo tiempo.

Foto: Federico Lindner

Foto: Federico Lindner

Por La Cretina
@lacretinacasa